Por Fabrizio Turturici

A 38 años de la primera copa mundial que levantó la celeste y blanca, Mario Alberto Kempes, ídolo del fútbol nacional cuyos logros -tanto en la selección como en los diferentes clubes en los que dejó sus huellas- no hace falta repasar, se mostró cauto a la hora de analizar la nueva final entre Argentina y Chile por la Copa América Centenario.

En entrevista exclusiva de Conclusión desde Estados Unidos, el Matador, que -además de ser palabra autorizada en la materia- en los últimos tiempos se fue formando como analista deportivo, expresó que a los conducidos por el Tata Martino los ve «muy bien» y con «grandes chances» de alzarse con el título. «La tercera es la vencida», presionó Kempes.

— Un día como hoy (ayer), hace 38 años, le dabas a Argentina su primera copa del mundo. ¿Qué sentís al respecto?

— Realmente, es una alegría muy grande haber tenido la posibilidad de integrar esa selección del ’78. Uno siente que aportó su granito de arena para que Argentina saliera campeón del mundo por primera vez en su historia y  eso representa una alegría inmensa.

— ¿Qué expectativas tenés por la final entre Argentina y Chile?

— Es un partido que será totalmente diferente a la final que se jugó en la Copa América pasada, en Chile, donde no se perdió ni se ganó, sino que se nos escapó en los penales. Pero en aquel entonces, durante el transcurso del partido no se habían sacado muchas diferencias. Ahora, en Estados Unidos, llegan los dos muy bien y suficientemente fuertes como para quedarse con la copa. Chile le metió siete goles a México y Argentina, cuatro a Estados Unidos. Llegan muy parejo, así que, mi pronóstico es reservado.

— ¿Cuánto pesará para la selección nacional las tres finales perdidas y los prolongados años de sequía?

— Esta es otra final y no hay que pensar en las anteriores: lo pasado, pisado. Argentina se tiene que olvidar completamente del traspié en Chile. Por otro lado, esta selección se merece salir campeona, por todo lo que ha hecho en el trascurso de los últimos años, donde -a pesar de haber llegado dos veces a la final-, no pudo ser. La tercera final, la tienen que ganar.

— ¿Ser favoritos, en este caso, puede jugar en contra?

— No, como dije, no creo que haya favoritos. Llegan las dos selecciones muy bien, con ganas de jugar bien y de alzarse con el título.

— Por último, ¿te animás a vaticinar un resultado?

— Dar un resultado antes de tiempo, siempre es riesgoso y prefiero no arriesgarme. Ojalá que gane Argentina, aunque sea por 1 a 0. En definitiva, será un partido muy igualado donde cualquiera puede marcar la mínima diferencia.