La Superliga determinó hoy que su formato se mantendrá con un torneo largo, desde agosto a mayo, al menos la próxima temporada, por lo que no se alineará con los torneos de Conmebol, como se había especulado a partir de que la Copa Libertadores y Sudamericana se disputan en el año calendario.

Así lo confirmó el vicepresidente de Central, Ricardo Carloni, al retirarse de una reunión de Comité Ejecutivo de la Superliga, realizada este jueves en el centro porteño.

«Vamos a continuar con el mismo calendario. Se está trabajando muy bien y de manera responsable para satisfacer a los clubes», explicó Carloni, en rueda de prensa.

En ese sentido, aclaró que por el momento se mantendrán los cuatro descensos a la Primera B Nacional para disminuir la cantidad de equipos en la Superliga, que la próxima temporada será de 26.

En resumen, no habrá «descensos masivos» como se había rumoreado a través de las redes sociales ni tampoco un torneo corto después del Mundial de Rusia, aunque Carloni no ve con malos ojos el retorno a los certámenes de una sola rueda de partidos en un semestre.

«Seguramente va a haber otro torneo corto, pero es una charla que se va a dar en los próximos días. Pienso que los torneos cortos generan mayor ingresos y expectativas en todos los equipos», afirmó el vice de Central.

Primó la cordura respecto de lo que se había acordado al momento de la creación de la Superliga y la firma del contrato con las empresas que se hicieron acreedoras de los derechos televisivos.

Igualmente, como se bajará la cantidad de equipos, habrá más fines de semana disponibles para la disputa de partidos, por lo que los dirigentes de la Superliga trabajan en un proyecto ambicioso: la creación de la «Copa de la Liga».

Se trata de un certamen que sería correlativo a la Superliga y a la Copa Argentina, donde solo jugarían los equipos de la Primera División en un formato de llaves, similar a la Copa de la Liga de Inglaterra o Francia.