Los grandes partidos del fútbol femenino vieron cómo sus audiencias fueron creciendo considerablemente en los últimos años, especialmente en Estados Unidos y Japón, después de haber estado durante mucho tiempo en un plano relegado.

En primer término, más de 60 millones de televidentes siguieron la última final del Mundial en Canadá 2015, mientras que la definición masculina de Brasil 2014 había sido seguido por 695 millones de televidentes.

Asimismo, unos 327,8 millones de telespectadores siguieron al menos una veintena de minutos de ese Mundial femenino de 2015 en 181 países, un dato que supuso entonces un récord de impacto social.

En tanto que en Estados Unidos se dio un récord con esa final, porque hubo casi 27 millones de espectadores en Fox y Telemundo, teniendo en cuenta hombres y mujeres. Fue una final en la que las estadounidenses se coronaron ante las japonesas.

En tierras japonesas, un total de 11,6 millones de hinchas siguieron esa final por televisión. La poderosa cadena privada Fuji TV emitió los siete partidos de las Nadeshiko, para acumular una audiencia de 47,2 millones de personas.

El plato fuerte se dio en China, con más de 80 millones de espectadores que siguieron al menos durante veinte minutos el encuentro. Ese país, donde el fútbol continúa ganando popularidad tanto en hombres como en mujeres, había acogido el primer Mundial en 1991.

Vale destacar que para junio y julio de 2019, la Fifa cuenta con llegar a mil millones de telespectadores con el Mundial que se organizará en Francia.