Por José Odisio

Martin Mackey llegó a Newell’s y las expectativas son grandes, aunque hay que reconocer que también se abren muchas dudas sobre la posibilidad de que pueda implementar con éxito su sistema de trabajo que se basa en la formación de deportistas de alto rendimiento.

El nuevo director de fútbol amateur llega con pergaminos que lo avalan. Su trabajo en Duendes y Los Pumas demostró que con tiempo, apoyo y convencimiento entrega resultados. Y sin dudas su llegada al Parque genera entusiasmo.

Pero la gran duda pasa por saber si Mackey podrá vencer a los vicios del fútbol argentino. Su plan es ambicioso. Desarrollar deportistas de alta competencia implica entrenar la parte física con herramientas que permitan explotar al máximo la capacidad atlética de cada jugador, pero además requiere de un compromiso fuerte a la hora del cuidado personal, comidas, descanso, excesos… No sólo se trata de las dos horas que el futbolista entrena, el control será de 24 horas. Y es ahí donde aparecen las dudas sobre la capacidad de los futbolistas para cumplir. Y sin dudas para convencerlos necesitará de resultados.

Comer no es lo mismo que nutrirse, patear una pelota no significa saber jugar al fútbol, un deportista de alta competencia debe cuidar de si cuerpo las 24 horas, son algunos de los conceptos que Mackey quiere meter en la cabeza de los jugadores. Y no será fácil. Esto no es rugby, ni salto con garrocha, ni la selección alemana con una idiosincrasia del jugador muy distinta. El jugador argentino arrastra vicios propios de nuestra sociedad que no serán fáciles de eliminar.

Pero el plan de Mackey es ambicioso y tiene sustento. Y si logra ponerlo en práctica, Newell’s puede sacar una ventaja que reditue en títulos. No será mañana, pero tampoco habrá que esperar 10 años. Todo dependerá del convencimiento de los jugadores y él apoyo de la dirigencia. Si todos acompañan, no debería fallar.