El astro argentino Lionel Messi se realizó desde su casa el test de coronavirus para sumarse a la pretemporada del FC Barcelona cerca de este mediodía, una vez superada la novela sobre su futuro profesional que mantuvo en vilo al mundo del fútbol.

Luego de sus declaraciones públicas del viernes pasado, donde admitió su intención de irse del club catalán que lo formó como futbolista, la Pulga llegó a la ciudad deportiva Joan Gamper a las 11 de Argentina con todos los protocolos sanitarios.

El plantel blaugrana a las órdenes del neerlandés Ronald Koeman viene de una jornada dominical de descanso, así que el rosarino de 33 años se realizó esta mañana en su domicilio del barrio de Castelldefels una evaluación para descartar Covid-19.

Según trascendió en medios españoles, la ausencia de Messi a la primera semana de trabajo no tendrá sanciones de parte del Barcelona, ya que pretenden evitar un nuevo conflicto con el delantero argentino, con quien casi terminan en juicio por su cláusula de rescisión.

Lo cierto es que pasaron ya 23 días desde la dolorosa eliminación de la Champions League en manos del Bayern Múnich y 13 después del famoso burofax donde Messi solicitó ejecutar una presunta cláusula de salida gratuita para dar por finalizado su contrato.

En este contexto y por sus compromisos internacionales, el Barsa tendrá una prórroga para empezar a disputar LaLiga de España que comienza este fin de semana, debutando recién el 27 de septiembre por la tercera fecha contra Villarreal en el Camp Nou.

Cara a cara

Este lunes Messi y Koeman se vieron las caras y, aunque ya hablaron antes del famoso burofax, ambos buscan ponerse de acuerdo con respecto al protagonismo que asumirá cada uno en la nueva era que arranca para la entidad catalana.

Es que un cambio de entrenador conlleva nuevas rutinas, distintas sesiones de entrenamientos y renovadas normas, por lo que Koeman ha demostrado ser taxativo en sus decisiones, como la de desmembrar gran parte del histórico plantel.

Otro de los temas que saldrá en la conversación será la capitanía, ya que no se sabe si después de todo lo que pasó, el astro rosarino se sentirá a gusto llevando el brazalete, aunque está respaldado por todos los jugadores que integran el plantel culé.