Por Santiago Fraga

El tremendo cambio anímico que Omar De Felippe generó en Newell’s no pudo consagrarse con la frutilla del final. En la última fecha de la Superliga, la Lepra no pudo revertir la mala imagen del equipo como visitante y cayó por 2 a 0 con Gimnasia, que hace nueve partidos que no ganaba.

Diez derrotas, dos empates y un triunfo (5 puntos sobre 39) es el saldo final de un torneo que fue nefasto para el rojinegro como visitante. Hoy, la Lepra padeció nuevamente errores defensivos que terminaron costándole caro a un equipo que no venía haciendo un mal partido.

Y es que los primeros cuarenta y cinco minutos del equipo de De Felippe fueron positivos. Si bien puede considerarse un error de planteo la gran cantidad de volantes que acumuló en el medio (Rivero, Sills y Bernardello), el equipo tuvo sus chances, incluyendo una muy clara de Luís Leal que terminó dando contra el palo.

Sin embargo, en una jugada aislada, tras un tiro libre de Gimnasia, Newell’s marcó mal por duplicado y Nicolás Ortíz abrió el marcador.

Temprano en el segundo tiempo, la visita volvió a intentar con un gran pase de Braian Rivero que nuevamente no pudo definir Leal.

A partir de allí, el juego de los rosarinos comenzó a caer. De Felippe había lanzado a la cancha a Alexis Rodríguez en lugar de Joaquín Varela en el comienzo del complemento, retrasando a Juan Sills a la línea de centrales. Poco a poco, quienes habían tenido un buen rendimiento en la primera etapa se fueron desinflando, siendo pocos finalmente los que salvaron la ropa en el encuentro disputado en el Bosque.

Leonel Ferroni, Facundo Nadalín y Fabricio Fontanini fueron quienes en líneas generales mejor participación tuvieron en el partido, sumándose a la regularidad de Nelson Ibáñez, que nada pudo hacer en los dos goles del local.

Newell’s tendrá una muy buena chance este viernes por Copa Argentina ante Deportivo Rincón de Neuquén para cerrar el semestre con la alegría que no pudo conseguir esta noche. La derrota seguramente servirá a De Felippe para saber mejor quiénes serán los intocables y los prescindibles, de cada a una nueva temporada en la que si bien la Lepra arranca en mitad de tabla de los promedios, no tiene margen para relajarse.