Por Pablo Martínez

«Técnico que debuta gana», es una de las máximas del fútbol que se ajusta en cada estreno de un entrenador, el debut de Osella como DT de Newell’s, fue una de las excepciones a la regla, es que el rendimiento del equipo no fue el esperado y por ende, no fue merecedor de una victoria.

El tempranero gol de la visita, agitó los fantasmas de la trágica noche boquense, de la semana pasada. Sin embargo, el primer punto para destacar de esta nueva etapa, es la muestra de personalidad para levantar el 0-1.

El planteo táctico del flamante entrenador rojinegro, no tuvo sorpresas, ni cambios notorios en el andamiaje futbolístico. Tampoco se vió una versión mejorada, en muchos pasajes del juego, fue más de lo mismo, errores gruesos en la zona defensiva y el rendimiento prodigioso del atómico Lucas Boyé, insufrible para los rivales.

Es cierto, que Diego Osella tuvo poco tiempo de trabajo con el plantel, solo dos días para transmitir la idea de juego y la intensidad que desea imprimirle. No se notaron cambios y seguramente el entrenador, tendrá una idea más acabada después del juego de esta noche.

Si se podrá cuestionar la repitición de algunos errores del pasado cercano, la insistencia en ubicar al uruguayo Formiliano en la zona de volantes, como lo hizo Bernardi en el clásico rosarino, un lugar donde el defensor central no se siente cómodo, ni le aporta positivamente al equipo.

Los errores defensivos en el fondo leproso, se repitieron y se sumaron ciertas dudas del arquero D’Angelo, que no transmitió seguridad.

En la faz ofensiva, los rendimientos individuales taparon las intenciones grupales, Boyé imparable, se las arregló solo para complicar a la defensa tatengue, más las intermitentes participaciones de Scocco (se reencontró con el gol) y la fiera Rodríguez, generaron peligro como en partidos anteriores.

Sin embargo, la falta de gol de Boyé, lo condenó a Ñuls a conformarse con una igualdad, después de varias oportunidades desperdiciadas.

En definitiva, nada cambio, la mano de Osella para moldear un nuevo sistema de juego, se verá a corto plazo, el tiempo juega a su favor, aunque para el simpatizante leproso es urgente volver a la victoria.