En cada aparición que hace, Cristina Fernández de Kirchner deja tela para cortar, su presencia nunca pasa desapercibida en el contexto político argentino. Es por ello que, nuevamente en el escenario público, resaltó aspectos a considerar para entender esta compleja realidad socio-económica que atraviesa el país. 

En ese sentido, la ex vice presidenta brindó un discurso, este sábado, en el marco de la presentación del micro estadio Néstor Kirchner, en Quilmes, ante un escenario colmado. Como siempre, dejó importantes definiciones y conceptos para reflexionar en el seno interno del peronismo. También criticó la gestión del presidente Javier Milei.

«No hay mejor manera de homenajear a Néstor con trabajo, gestión, con obras», comenzó su alocución.

«Escuché a Milei en cadena nacional y decidí venir para explicar el inútil sacrificio al que está siendo sometido nuestro pueblo», agregó.

«Hay 1.800 obras públicas paralizadas», especificó.

«No hay derecha o izquierda, no creo en esas categorías para explicar a nuestro país, son de países dominantes ajenos a nosotros», añadió.

«El superávit anunciado por el Gobierno es falso, no tiene sustento, mirá todo lo que debés. Creer que el problema es el déficit fiscal es no entender a la Argentina y el mundo», sostuvo.

«Cuando Néstor llegó al Gobierno, todo era privado, hasta las jubilaciones», recordó.

«Los seis años en que el país tuvo superávit fiscal fue el bajo la gestión de Néstor y la mía. Nos hicimos cargo de la historia, no fuimos héroes», memorizó.

Asimismo, trajo a colación el estado en el que Kirchner encontró al país en el plano financiero y como lo dejó al finalizar su mandato, contando también sus gestiones, haciendo eje también en la importancia de la obra pública .

«¿De qué sirve tener sustento legítimo si la gente se caga de hambre, no puede pagar el alquiler, no puede acceder a una jubilación decente?», apuntó contra la gestión libertaria.

«Nosotros no tuvimos legitimidad de origen, pero le metimos gestión», comparó.

«Ni privatistas ni estatistas», reforzó.

Además, la dos veces presidenta de la Nación también trajo a la memoria colectiva la época de privatizaciones del gobierno de Carlos Ménem, al cual Milei calificó como «el mejor de la historia» del país. Sobre esto último, repasó todas las recuperaciones de patrimonio que llevó adelante el kirchnerismo, reinstaurando la soberanía argentina.

«El gobierno no tiene plan de estabilización, por más que se enoje el presidente. Es un plan de ajuste», remarcó.

«Nos plantea una economía extractivista, pre capitalista, llevarse todos los recursos naturales sin dejar nada. Más que anarco capitalismo, es anarco colonialismo», enfatizó.

«Peor que no te alcance el sueldo es no tener salario», dijo.

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«Con las prepagas no resolvieron nada, tuvieron que volver para atrás», indicó sobre un gran conflicto que viene teniendo el Gobierno en las últimas semanas, en el que tuvo que contradecir sus principios. 

«El presidente es muy dogmático, quiere poner la cabeza donde no entra el sombrero en vez de agrandar el sombrero. Nadie quiere que le vaya mal, porque sino le va mal al país. Si necesita lo podemos ayudar, pero de colonia otra vez no», manifestó sobre el principal déficit de Milei. 

«Dirigentes y militantes tienen que estar preparados, no es hora de reproches, sino de reflexión», comunicó a modo de mensaje interno al movimiento justicialista. 

«Están discutiendo como cambiar la vida de los dirigentes, hay que cambiar la vida de la gente, necesitamos formar sentido común», amplió.

«Hay que tener ideas, convicción, presencia. Se necesita coraje para cambiar las cosas en Argentina», continuó.

«No jodan más con la eficiencia en el mercado, no existe, hay apropiación de rentabilidad», declaró sobre un ideal dogmático libertario.

«Hay que discutir un sistema tributario nuevo, hay demasiados impuestos, se debe reducirlos y modificarlos», destacó como objetivo.

«Si hubiéramos adoctrinado en colegios, no sería presidente Milei. ¿De qué habla este hombre?», esbozó sobre de las principales críticas libertarias a la universidad pública. 

«Aunemos esfuerzos, no dejemos que se nos vuelvan a ir los científicos. Es necesario rediscutir el país que queremos, reconocer lo que hicimos, admitir lo que faltó y mirar para delante, siempre mirar para adelante», concluyó como consigna para el peronismo.