Osella se enojó en la conferencia de prensa cuando se le dio a entender que el equipo no lucía. Y si bien la afirmación no estaba muy errada, también es cierto que el técnico tiene motivos para enfadarse.

Newell’s está invicto, es único escolta de Estudiantes por encima de muchos poderosos que se reforzaron para campeonar, sumó 18 puntos sobre 24, con una efectividad del 75 por ciento que supera cualquier pronóstico previo. Y por si fuera poco, rompió una racha de diez partidos clásicos sin ganar.

No es suficiente? Para Osella, los jugadores, los directivos y gran parte de los hinchas sí, alcanza y sobra. Pero el mundo Newells está tan emparentado con el juego vistoso que a veces se exige un nivel estético sin tener en cuenta el estilo del DT de turno o las características de los jugadores.

Si se espera un equipo lujoso, vistoso, que llene los ojos de fútbol, hay una idea errada. Ni Osella lo pregona ni hay plantel para ponerlo en práctica. Entonces no está errado Osella cuando dice «si quieren fiesta traigan guirnaldas y globos».

Osella se quedó por su capacidad de laburo. Por ser un técnico para sacar puntos. Para poner bien físicamente a un plantel desgastado. Nunca va a ser un equipo lujoso, pero sí práctico y efectivo. Obviamente su vara son los resultados, y si cumple con ese requisito, no hay lugar para otra exigencia.