Por Santiago Fraga

Costó. Le llevó mucho tiempo poder elaborar juego con profundidad, erró muchos pases simples, sufrió la mala decisión de algunos jugadores en situaciones puntuales y hasta tuvo en contra a un mal arbitraje de Andrés Merlos, pero ganó. Esto último, esas dos palabras, esa frase tan simple, es la diferencia entre el calvario y la tranquilidad.

Tranquilidad que no es relajación, ya que Newell’s dentro de cuatro días tiene un nuevo compromiso y días más tarde otro más, pero que sirve para pensar las cosas de otra forma y para apaciguar las llamas de un fuego que venía bastante encendido en torno al rumbo leproso.

Con un segundo tiempo mucho mejor que el primero, la Lepra venció por 2 a 0 a Tigre consiguiendo tres puntos fundamentales para la Superliga actual y sobre todo para la tabla de los promedios, en donde el Matador de Victoria es un rival directo.

Si bien el juego firme (no bueno, firme) de Newell’s demoró en aparecer, finalmente llegó gracias a los cambios que el técnico dispuso desde el once inicial.

Un renovado Braian Rivero (más parecido a sus primeras actuaciones que a lo último que había mostrado), un Facundo Nadalín intenso, ordenado y protagonista y un Mauro Formica como siempre clave en la elaboración se encargaron de darle un nuevo aire al resto de sus compañeros y de brindarles más herramientas en los momentos en donde el visitante sintió más el cansancio.

Párrafo aparte, el arquero Alan Aguerre realizó dos atajadas fundamentales para ratificar su buen momento y demostrar que bien merecido tuvo el premio al arquero del mes que le otorgó la Superliga por su rendimiento en septiembre. También resulta para destacar la labor de Mariano Bittolo, en un partido donde no hubo desempeños flojos.

Aire nuevo, oxígeno, además, es el que tendrá Omar De Felippe de cara a los días venideros. Con su puesto en cuestionamiento y el clásico como principal tema en la mente de los hinchas leprosos, el DT sabe que estos partidos antes del duelo de Copa Argentina eran tan claves para el equipo como para su continuidad. A partir de este triunfo, el entrenador tiene la oportunidad de seguir corrigiendo errores para llegar a tener aquel equipo estable con el que aspira desde el comienzo de la temporada.