Siguen los homenajes al Trinche Carlovich. En este caso de un colega del futbol, hoy concejal de la ciudad, Ariel Cozzoni, quien presentó la iniciativa en el Concejo Municipal para que el tramo de la calle Virasoro con orientación oeste- este que se extiende entre la calle Juan Manuel de Rosas y Leandro N. Alem lleve el nombre de Trinche Carlovich.

Dicho tramo es el que bordea el estadio de Central Córdoba, del cual el trinche fue jugador. Asimismo, la iniciativa solicita al Ejecutivo Municipal para que sea señalizado dicho tramo.

En tanto, el Concejo Municipal será la institución encargada de la colocación de una placa en la calle “Trinche Carlovich” sobre las paredes del estadio Gabino Sosa del Club Central Córdoba cuyo texto será el siguiente: “Calle Trinche Carlovich (1946-2020). Homenaje de la ciudad al distinguido deportista”.

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Recordemos que recientemente, y como consecuencia de un hecho de violencia falleció Tomás Felipe Carlovich “produciendo un general sentimiento de desconsuelo, no sólo por la pérdida física de un deportista y ser humano de sus características sino también por las circunstancias de su deceso”, señaló el edil del bloque Un Gol para Rosario, Ariel Cozzoni.

En ese orden la iniciativa del concejal agrega datos del ex jugador: nació en Rosario el 19 de abril de 1946, hijo de un plomero croata, Mario y de Elvira siendo el último de siete hermanos. Se crió en barrio Belgrano, lugar que nunca abandonó.

Desde su infancia mostró gran inclinación por la pelota y el fútbol y al poco tiempo comenzó a jugar en las divisiones menores de Rosario Central. Luego pasó a préstamo al Club Sporting de Bigand (Provincia de Santa Fe) y al regresar al club de Arroyito debutó en Primera División en el año 1969. Luego, ya en Provincia de Buenos Aires, jugó para el club Flandria de Jáuregui y en 1972 se incorporó a Central Córdoba de Rosario.

A partir de ese momento toda su destacada trayectoria la desarrolló en la institución charrúa jugando 236 partidos en nueve temporadas (1972-1974; 1978; 1980-1983 y 1986), convirtiéndose en un ídolo querido y admirado no solo por los simpatizantes del Club Central Córdoba sino de todo el mundo futbolístico.

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En Central Córdoba obtuvo triunfos inolvidables consiguiendo el título y el ascenso a Primera “B” en 1973. Una de sus jugadas características era el llamado “doble caño” destacándose también por la gran cantidad de tiempo en posesión de la pelota.

Durante breves períodos de su carrera lo llevaron a jugar a Independiente Rivadavia y Deportivo Maipú de Mendoza, Colón de Santa Fe y Newell´s Old Boys de Cañada de Gómez.

“Siempre perteneció y se identificó con el futbol de ascenso. Es por ello que la difusión de sus increíbles proezas en las canchas no quedaron registradas en filmaciones o fotografías para reflejar y documentar su calidad, pero incuestionablemente quedaron en la retina y en la memoria del público que lo seguía y amaba”, expresó Cozzoni.

Asimismo, “diversos medios periodísticos rememoran de esta manera su ya mitológica figura, Tomás Carlovich fue el representante de una época dorada del fútbol, aquel del ascenso y los sacrificios de los clubes de barrio, donde el romanticismo y la lírica futbolística eran más fuertes que el mercantilismo profesional”, agregó el edil rosarino.

Además, el proyecto de reconocimiento agrega que el salto a la fama del Trinche y consideración general ocurrió una noche de 1974 cuando integró el seleccionado de Rosario (5 de Rosario Central, 5 de Newell´s y Carlovich) que enfrentó en la cancha del Parque a la selección Argentina que se despedía para viajar al Mundial de Alemania. En ese partido participaron figuras de la talla de Mario Kempes, Mario Zanabria, Carlos Aymar y Daniel Killer.

Allí el fútbol de Rosario le dio una lección a la selección nacional y fue tan destacada la actuación del Trinche que Vladislao Cap, Director Técnico del equipo argentino, pidió que sacaran a Carlovich al final del primer tiempo. La anécdota es conocida: “Por favor saquen al flaco número cinco que nos está pegando un baile bárbaro….”, se escuchó en los vestuarios. Ganaban los rosarinos 3 a 0 y el partido finalizó 3 a 1.

El Trinche Carlovich tenía condiciones técnicas sobresalientes y únicas con una creatividad excepcional, compensando una cierta lentitud física con una velocidad mental sorprendente. Representaba al potrero en su más fina expresión. Sano, simple, bueno, humilde, amigo de todos. Le escapaba a las fotos, las notas y la prensa. Nunca abandonó el barrio donde nació ni su querido Tablada donde lució”, completó Cozzoni.