Por José Odisio

En Newell’s la economía está en rojo. Y salvo un milagro, seguirá así por un tiempo. Pagar sueldos de empleados y jugadores es un suplicio cada mes y por eso desde la tesorería piden seguir ajustando.

En ese sentido, en junio se vencen préstamos y contratos que no serán renovados. Casi todos los que se van, salvo Quignon, son suplentes, y la gente que maneja la plata cree que es el momento de cubrir esos lugares con juveniles.

La lista es grande: Formiliano, D’Angelo, Voboril, Prediger, Isnaldo y tal vez Báez. También Quignon, aunque en este caso la Lepra pretende retenerlo pero no tiene la plata. Y sólo se hará un esfuerzo para comprar a Moiraghi.

Osella por ahora mira de reojo. Sabe que las cuentas están en rojo, pero considera que hay que reforzar algunos sectores. Mucho más si la Lepra vende a Paz o Formica. El DT entiende que en el recambio deben aparecer algunos juveniles, aunque ya arma con Bermúdez una lista de candidatos a traer.

El tema será la plata. Por eso el DT apelará una vez más a jugadores de poca chapa que puedan venir a préstamo. Otra vez apostar que aparezca un Quignon, un Moiraghi o un San Román, con el riesgo lógico de fallar.

Pero no hay otra. Por más que Newell’s ingrese a la Libertadores en el corto plazo los números en rojo no le darán tregua. Y por ahora la única cuenta que cierra es que se vayan varios y que vengan pocos y baratos.