Por Héctor Laurada (Télam)

El entrenador del seleccionado argentino, Lionel Scaloni, y el presidente de AFA, Claudio Tapia, se reunirán esta noche en Miami, donde mañana se sorteará la Copa América de Estados Unidos 2024, para aclarar la situación del director técnico del representativo nacional luego de que este hiciera públicas las dudas que tenía respecto de su continuidad en el cargo para el año próximo.

El explosivo final de conferencia de prensa en las entrañas del estadio Maracaná, luego de la histórica victoria sobre Brasil por Eliminatorias Sudamericanas, ya entrada la madrugada del miércoles 22 de agosto, eclipsó hasta esa conquista que significó despojar a los locales de un invicto «de toda la vida» en esa condición durante las clasificatorias mundialistas.

Inclusive también pasaron a un segundo plano los incidentes previos en que los hinchas argentinos fueron golpeados por la policía de Río de Janeiro, lo que provocó que todo el plantel argentino saliera en su defensa y luego se retirara a los vestuarios en señal de repudio, poniendo en riesgo la propia realización del encuentro.

La ronda de preguntas al técnico de Pujato había terminado cuando él quiso agregar algo más, una circunstancia muy extraña a cualquier conferencia de prensa, y máxime en esa oportunidad en la que todas eran rosas y el año terminaba definitivamente sin espinas y con más pimpollos que antes.

Ese agregado fue una «bomba» periodística que estalló ante los no muy numerosos medios argentinos presentes en el lugar, ya que Scaloni dijo que quería «pensar mucho» lo que iba a hacer en 2024, «porque la vara de esta selección está arriba de todo y es muy difícil seguir ganando todo lo que se presenta por delante».

Luego expresó que cualquier decisión que fuera a tomar (y que obviamente no podía ser otra que una inesperada dimisión), «por supuesto» que se la iba a «comunicar al presidente de AFA«, poniendo en claro que Tapia no estaba al tanto de la situación. O a lo mejor sí, porque Scaloni no permitió repreguntas tras esa revelación. Se levantó y se fue.

Desde entonces, solamente registró una breve aparición en el programa del gran ex goleador italiano Christian Vieri, «Bobo TV», tal el apelativo del exdelantero de actualmente 50 años, pero no se refirió al tema y tampoco fue inquirido al respecto.

Sin embargo, desde distintas fuentes brotaron distintos tópicos que habrían provocado esa declaración de Scaloni, y que no tienen que ver puntualmente con esa alta exigencia de los campeones del mundo, sino con temas internos que van desde lo económico hasta lo organizativo y se hacen extensivos a cuestiones promocionales.

De allí que el reencuentro de Scaloni y Tapia (ayer jugó en el Partido de las Estrellas) en Miami promete ser extenso, porque después de lo de Brasil recién volverán a verse las caras mañana, tras la cena que compartirán en el hotel que la Conmebol les reservó a todos los asistentes al sorteo del jueves a las 21.30 (de Argentina).

Seguramente hasta el resultado del sorteo pasará a un segundo plano si antes alguno de los dos, o ambos, tienen algo que comunicar respecto de lo conversado en la noche de este miércoles, y las conclusiones alcanzadas a partir de esa reunión.

Es que será una noticia amable y deseada si se ratifica la continuidad, y todo lo contrario si Scaloni decide dar un paso al costado después de esta Copa América, a la que obviamente le dirá presente por lo que se desprende de su presencia en el sorteo de pasado mañana representando a la selección nacional junto al preparador físico Luis Martín, que luego permanecerá en Estados Unidos observando centros de entrenamiento.

Justamente si de centros de entrenamiento se trata, el mes próximo la AFA comenzará las obras para uno que se levantará en Miami, donde la casa madre del fútbol argentino tiene ya instaladas una oficina administrativa.

Se estima que la construcción se extenderá, según el proyecto de obra, por espacio de un año y medio, y estará lista para la Copa del Mundo de Estados Unidos-México-Canadá 2026.

De hecho, para esta Copa América el seleccionado argentino hará base en Miami, donde los vínculos con Lionel Messi y su equipo, el Inter, le permitirán transitar la concentración de más de tres semanas en un ambiente de absoluta familiaridad.

Argentina jugará el partido debut de la Copa América el 20 de junio en el estadio Mercedes Benz, de Atlanta, inaugurado cuando Gerardo Martino era el técnico del United Iocal.

El segundo partido de la fase de grupos lo disputará el 25 en el Met Life, de New Jersey, y el tercero y último ya en «casa», el 29 en el Miami Garden.

Después, si pasa de ronda afrontará cuartos de final en Texas, el 4 de julio en Arlington si es segundo de su zona o el 5 en Houston si es primero.

Después, si llega a semifinales también hay dos fechas posibles, que son el 9 de julio otra vez en New Jersey o el 10 en el Bank of América Stadium, de Charlotte, que será escenario del partido por el tercer puesto.

Y la final ideal para Argentina, sería el domingo 14 en el lugar donde será local, el Miami Center. Solamente en esa oportunidad, según las estimaciones previas, podría cruzarse con Brasil.

Una participación récord de 16 selecciones; con Argentina, Brasil, Estados Unidos, México; Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela; Jamaica, Panamá y los que surjan de los cruces entre Canadá – Trinidad y Tobago y Costa Rica (con la dirección técnica de Gustavo Alfaro) – Honduras y 14 sedes, enmarcarán una Copa América que promete ser más brillante aún que la del Centenario 2016.

Pero para llegar a ello con Scaloni en la dirección técnica, y con dos amistosos en marzo probablemente también en los Estados Unidos (se cayeron los de Europa y China), Tapia ya intentó acortar distancias y en las últimas horas se comunicó con el representante del entrenador, Matías Aldao, pensando seguramente en ponerle «menos sal» a la cena de hoy.