El amistoso entre las selecciones de Argentina y Uruguay que debe jugarse el lunes a las 16.15 en la ciudad israelí de Tel Aviv está en duda a raíz de una decena de cohetes que fueron lanzados desde la Franja de Gaza.

Los proyectiles fueron arrojados después de que el ejercito israelí asesinara al líder de la Jihad Islámica en ese lugar, lo que obligó a Tel Aviv a suspender las clases en los colegios del sur y centro de la ciudad.

La selección albiceleste, que está en Mallorca de cara al partido que jugará el viernes ante Brasil en Arabia Saudita, tiene previsto después enfrentar al combinado charrúa en el New Bloomfield Stadium.

Tanto desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) como los organizadores del amistoso se encuentran trabajando para conseguir las garantías necesarias y que ese encuentro pueda disputarse.

Antes del Mundial de Rusia, Argentina e Israel iban a jugar en Jerusalén como parte de los festejos del setenta aniversario de la creación de estado israelí, pero Palestina inició una campaña para evitar la disputa del mismo.

Como los palestinos consideraban que jugarlo era una señal de apoyo para legitimar la ocupación de Jerusalén, a la que reivindican como futura capital de su Estado, el equipo entonces dirigido por Jorge Sampaoli se había visto obligado a cancelarlo.