La Selección argentina masculina de voleibol hizo historia esta mañana al clasificar por tercera vez a semifinales de los Juegos Olímpicos, con un brillante triunfo por 3-2 sobre Italia, una de las potencias mundiales, que lo dejó a las puertas de la medalla.

La Albiceleste, dirigida por Marcelo Méndez, jugó un notable partido de principio a fin, más allá de la merma en el cuarto set, para quedarse con la victoria con parciales de 21-25, 25- 23, 25-22, 14-25 y 15-12.

La Selección masculina tiene una medalla de bronce en voley en Seúl 1988, además de una clasificación a semifinales en Sidney 2000, donde justamente Italia -al que nunca le había ganado en Juegos Olímpicos- le arrebató el último lugar del podio.

El equipo argentino, que hace más de dos meses se fue del país para preparar este torneo con paso previo en la VNL, se medirá el jueves a las 9 contra Francia, que venció a Polonia en el tiebreak, en su primera chance de lograr la medalla olímpica.

La otra llave en busca de llegar a la definición de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 la animarán Rusia y Brasil, el jueves a la 1, por lo que alguno de los dos será rival de la Argentina, ya sea por la medalla de oro o por la de bronce.

«Venimos a buscar el sueño de metal»

El punta Facundo Conte reconoció hoy que llegaron a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en busca «del sueño de metal», que quedó a una victoria tras avanzar a semifinales con un soberbio triunfo sobre Italia por 3 a 2.

«Creo que es el momento más alto que vivimos en nuestra selección, crecimos a lo largo del torneo, la luchamos en todos los partidos, aprendimos de la derrota contra Brasil, yo quería a Italia, pero hay que tener cuidado con lo que se pide», bromeó Conte.

Otro de los puntos altos fue el capitán Luciano De Cecco, que desde el armado distribuyó de la mejor manera la pelota, pero lo sostuvo con una tranquilidad inusitada para un momento como el que vivieron, como la que lo caracteriza sobre el campo de juego.

«La tranquilidad es también parte de darle paciencia a todo, pero el grupo necesita alguien que piense en frío. Es difícil, porque estamos haciendo algo bueno, estamos sufriendo demasiado, pero nos ganamos dos partidos más», cerró.

En tanto Ezequiel Palacios se diferenció de esa paz y reconoció que explotaba «de felicidad», antes de prometer vivir los últimos dos partidos por las medallas olímpicas «con todo» lo que tiene, a pesar de una lesión en el tobillo que lo comprometió.

Por último, el central rosarino Sebastián Solé destacó que quizás no sean «el mejor equipo de los que están acá», pero que soñaron con esta posibilidad y «es muy emocionante» porque «tenemos otra chance en las manos y este plantel es unión».