Por Federico Morel

La ansiedad era general. Nadie se movía del pequeño espacio que le tocaba sobre la baranda, o sobre la pista. Ese lugar valía como oro puro para todos los asistentes que querían ver al artista en todo su esplendor.

El momento tan esperado para los seguidores de YsY A comenzaba con un escenario a oscuras y con la voz del trapero saludando la ciudad: hola Rosario, se escuchó decir, y fue el chispazo que encendió la hoguera del éxtasis y la felicidad para cada una de las personas que lograron hacer Sold Out de las dos funciones que brindó el jueves 15 y el viernes 16 de julio.

Las pantallas gigantes dispuestas detrás y a los lados de Ysy A mostraban un gran trabajo de producción audiovisual que completa una puesta en escena impecable y necesaria para comprender el mensaje de cada una de las canciones que formaron parte de un repertorio lleno de hits.

El pogo en cada tracks era imparable. Una ola colorida de gente saltando al ritmo del bass groove de la base musical, se adosaba al brillo de las pantallas, haciendo una sola masa que fluctuaba cual arco iris luego de la tormenta. Un paisaje digno de apreciar desde el primer piso de La Sala.

La relación del rapero creador del Quinto Escalón con su público, fue un cúmulo de valores que muestran la calidez y el compromiso que YsY tiene con cada uno de sus seguidores. La entrega era total.

A través de micrófonos dispuestos en todo el lugar que tomaban de aire las voces de la gente, las barras de energía proyectadas a través de las pantallas, iban cargándose grito tras grito que aclamaban al artistas y esto, fue un show aparte.

Todo marchaba de viento en popa, la alegría, la efervescencia y la felicidad de la juventud en su máxima expresión, hizo un torbellino de energía en el lugar. Hasta que comenzó «Dormir es para giles» y el volcán hizo erupción.

La canción pregona muy despampanante: «Dormir es para giles, pero más de gil es, estar despierto viendo todo el tiempo que perdés. Si no vas a hacer nati, torso, ni te levantés. Dormir es para giles, por eso no lo sé hacer«.

Un mensaje contundente, fuerte y enérgico que reclama e invita a aquellos que están «durmiendo» a despertarse y avanzar frente a todo lo que la vida depara por delante. Una oda a la creatividad, el esfuerzo y el trabajo plasmado en cada nota y en cada estrofa de la canción del trapero del momento.

Existe mucha controversia frente a este género, el Trap, por parte no solo de músicos avanzado en experiencia, sino también por los oyentes de otros géneros que quizás no comprenden ni la composición musical ni las letra tan bien expresadas por quienes alientan los géneros urbanos.

Resulta bastante complejo pedirle a alguien que entienda o comprensa aquello que no le interesa, por lo que los comentarios de alguna manera negativos de quienes defenestran el estilo de Ysy A que «hace diez que le vengo metiendo, creo que de la materia algo entiendo, número desconocido, no atiendo. Si se acercan, los ahuyento«.

El show del músico dejó a todos los asistentes con ganas de más. Es muy probable que el YsY pronto regrese a la ciudad para seguir inyectando letras y mensajes concretos a los fanáticos que, en los tiempos que corren, encontraron en ese momento festivo un resguardo de cordura y esperanza frente a tanta locura impuesta por generaciones que aún no comprenden que en la juventud, la rebeldía y el atrevimiento cultural está el ABC de la felicidad.