Por Mario Luzuriaga

Llego la última película de Marvel del año y es «Thor-Ragnarok». Una aventura totalmente diferente que marca lo que va a venir en el universo de los «Avengers».

La historia nos presenta a Thor (Chris Hemsworth) enfrentando a un villano llamado «Satur» que quiere destruir Asgard. Una vez terminado ese asunto descubre la llegada de Hela (Cate Blanchett), diosa de la muerte, que quiere gobernar destruyendo todo a su paso. El héroe es desterrado y enviado al planeta Sakaar, en donde se realizan grandes peleas entre gladiadores; es allí donde deberá reclutar a un vengador y una asgardiana para derrotar a Hela.

Thor es uno de los héroes con películas más flojas de la saga, pero en esta oportunidad se vio un giro importante, vincularse con el resto del universo de Marvel. Thor se ve involucrado en mundos fantásticos, en donde se valdrá de todo su coraje y de su ingenio para poder detener la amenaza de Hela, interpretada por Cate Blanchett que hace un digno papel, por momentos exagerado, pero efectivo.

Entre la nueva galería de personajes los que se destacan son los secundarios como «El Gran Maestro» interpretado por el genial Jeff Goldblum (Jurassic Park), líder carismático de Sakaar que organiza estas peleas cual César durante el Imperio Romano. «Korg» un fortachón tierno que quiere organizar la revolución en Sakaar.

Lo mejor que tiene esta película es el giro que le proporciona un cambio fundamental para lo que se viene, que es el enfrentamiento contra «Thanos» en «Avengers: Infinity war». Pero el punto bajo es el exceso de humor y el aniñado Hulk.

Pero por todo lo demás es una cinta por demás de disfrutable, por momentos cansa el exceso de humor, pero compensan las batallas que se van produciendo en el climax.

Calificación: Buena.