Por Elisa Soldano

La cantante rosarina Ayelén Beker –también conocida como “la Gilda de las travas”- presentará “Furia”, su primer disco, este viernes 12 de febrero a las 20.30 en el patio del Centro Cultural Güemes (Güemes 2.808). La artista anticipó que el show será una “fiesta” y palpitó una noche “de estrenos”, donde el público podrá disfrutar del trabajo realizado por los músicos durante la pandemia. Las entradas para el espectáculo están a la venta en EntradaPlay.

“Tenemos una ansiedad que no damos más, también muchas ganas de estar arriba del escenario y de mostrar el trabajo que hicimos durante la cuarentena”, expresó Beker a Conclusión, en una charla donde habló de su trabajo durante la pandemia, la vulnerabilidad de las personas trans en estos tiempos –un hecho que la obligó a volver al trabajo sexual para asegurarse algún ingreso- y el poco espacio para los artistas rosarinos en la escena local.

A pesar de que la cantante participó en algunos shows virtuales durante el 2020, aseguró que sufrió bastante el tocar y vincularse con sus seguidores a través de las pantallas. “Soy un queso con las redes. Además me gusta estar en contacto con el público, ver que la gente está bailando y que disfruta. La virtualidad fue bastante rara y más haciendo cumbia, porque una está acostumbrada a hacer contacto aunque sea con los ojos. Y estar en cuarentena haciendo streaming fue bastante raro, no nos pudimos adaptar mucho”, reconoció.

Por este motivo, sumado a lo difícil que fue para los y las artistas sobrellevar el año pandémico al verse imposibilitados de realizar su trabajo, Beker aseguró que “extrañaba mucho tocar en vivo” y que volver a presentarse ante su público le despierta “muchas sensaciones”.

 

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El show del viernes será completamente organizado por la artista y su banda y contará con invitadas que le pondrán un condimento especial a la noche. “El viernes va a ser nuestra fecha y queremos romperla toda”, destacó Ayelén.

“El viernes vamos a estar primero con Susy Shock, que yo la amo y la admiro un montón. Va a ser una fiesta hermosa, leyendo un poco de su nuevo libro y también llevando este amor y esa reflexión del lado de ella. Después tenemos un show de Tati Delacour, que se está lanzando como solista, así que va a ser una noche de estrenos”, anticipó la artista.

Finalmente, Beker junto a nueve músicos y músicas y dos bailarines se encargarán de presentar “Furia”, el primer disco del grupo, que fue producido grabado durante el aislamiento. “Esperamos que sea una súper fiesta. Ya que no tuvimos marchas del orgullo, imaginamos que va a venir todo nuestro público queer a festejar”, detalló.

Furia: entre emociones y pandemia

Sobre el proceso de grabación del disco –el cual estuvo bajo la coordinación de la productora autogestiva “Productrolas”- la cantante reflexionó: “El proceso de grabación fue medio tedioso porque fue en pandemia, con protocolos, yendo una persona por día a los estudios. Aparte no se conocía mucho del virus, entonces íbamos asustados. Fue un poco de todo, con emociones encontradas, porque estábamos enojados, deprimidos, rotos, pero a la vez alegres de poder grabar. Está bien puesto el nombre Furia”.

“Furia” tiene algunos covers y otras canciones compuestas por Beker. Si bien las letras y las melodías ya estaban listas desde hacía tiempo, los músicos no tenían ni el tiempo ni los recursos para plasmar su trabajo en un disco. Sin embargo, la pandemia tuvo sus cosas positivas y permitió que el grupo encuentre un espacio para grabar y registrar su producción.

A su vez, Beker adelantó que algunas personas ya conocen ciertas canciones del disco porque el grupo las interpretaba en sus shows en vivo, pero destacó que el álbum permitirá que su trabajo tenga una llegada masiva.

Consultada sobre su rol de compositora, afirmó que la escritura es una constante en su vida y lamentó que años atrás un incendio en la casa de su madre destruyera varios de sus trabajos. “Escribo mucho sobre mis sentimientos, sobre las cosas que me enojan o que me duelen, tratando de reflexionar, de ver de qué lado transmitirlo. Pero el aislamiento me sirvió porque escribí un montón”, manifestó.

“Por ser trava, pobre y sin recursos me quedé sin laburo”

Seguidamente, Ayelén Beker expuso una de las realidades más crueles –y tal vez más invisibilizadas- de la pandemia y del abandono estatal hacia algunos sectores de la sociedad: “Por el aislamiento dejé de trabajar de la música, me quedé sin laburo y tuve que volver al trabajo sexual después de años. Yo venía de subir a escenarios, tocar mi música, viajar, trabajar, y de la nada pasé a sentir esa diferencia social. Por ser una trava, pobre y sin recursos me quedé sin laburo y tuve que volver al trabajo sexual. Fue un montón. Fue encontrarme vulnerable de vuelta bajo un Estado para el que todavía sigo siendo invisible, así que eso me seguía rompiendo y haciendo crear música”.

“Abandono” es la palabra con la que Beker definió el rol del Estado para apoyar a los sectores más vulnerables de la sociedad durante la pandemia. A su vez, aclaró que muchas de las políticas que se implementaron en los últimos años en la materia son “parches”, que no resuelven a fondo las diferentes problemáticas.

“Comida no me faltó nunca, pero en el alquiler me atrasé hasta hace dos meses, que pude pagar porque empecé a laburar de nuevo. Pero me sentí -y creo que nos sentimos muches- vulnerable, sintiendo esa diferencia social, donde el pobre se puede morir y el rico puede estar en un sanatorio inyectándose plaquetas”, relató.

Ocurre que la cantante y activista trans sufrió en carne propia estas diferencias y, en tiempos pandémicos, las desigualdades sanitarias también se hicieron sentir: “Como empecé a trabajar sexualmente, me contagié de Covid-19. Fue al principio, apenas empezó la pandemia, y la pasé re mal. No venía nadie a hisoparme ni nada, fue un poco a lo perro. Fue dolorosa la cuarentena, para mí como para muches”.

Por otro lado, Beker criticó la administración de los espacios culturales en Rosario, a la cual tildó como “un asco” y sostuvo: “Se nota quien es quien, quien tiene y quien puede. Está todo vendido a lo privado y les artistas de Rosario estamos siempre precarizados y desplazados. Yo pedí el Anfiteatro para hacer esta fiesta y me pedían una locura, como si fuera una artista que tendría los recursos para pagar. Creo que acá nos falta territorio. Se vende a Rosario como la ciudad de la cultura, pero siempre es para afuera, porque los artistas locales nos rebuscamos como podemos y no hay recursos. Y al ser autogestiva cuesta un poco más. A los lugares municipales los venden a bandas para afuera y nos dejan sin trabajo a nosotros”.

La música, revitalizadora

Ayelén Beker comenzó a caminar en el mundo de la música en 2017. Egresada del teatro El Círculo, se inició cantando boleros y tangos pero en el último tiempo se abocó de lleno a la cumbia y, bajo este género, estuvo presente en programas de alcance nacional como Pasión de sábado. Además, la artista no perdió oportunidad para difundir su activismo, reclamando, entre múltiples aspectos, el cupo laboral trans. En los últimos años, Beker y su banda llevaron la cumbia santafesina y el mensaje “Furia travesti” por varios rincones del país.

Consultada por el rol que la música tiene en su vida, Ayelén expresó: “La música me hace ser y estar cerca de la gente. La música me devolvió un montón de sentimientos y de cosas que creía que ya no las tenía, que sentía que las tenía apagadas. Me revivió. Pero creo que estoy aprendiendo todo el tiempo y sé que todavía me falta un montón, pero mi camino por la música es hermoso. Es raro porque el público nunca se espera una travesti arriba del escenario y menos haciendo cumbia, pero es hermoso. Yo lo paso hermoso y lo disfruto”.

En su rol solista, Ayelén también participa de un proyecto de travestis y no binaries produido por el Centro Cultural Kirchner (CCK), sobre el que próximamente habrá más noticias.