La historia argentina ha estado teñida de sangre desde sus inicios, y hubo momentos en los que por la fuerza se derrocaron gobiernos democráticos.

La última dictadura militar persiguió y asesinó a muchas personas y fue responsable de la desaparición de 30 mil personas. Con la llegada al gobierno de Raúl Alfonsín, se creó la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y se realizaron los recordados juicios a las Juntas Militares, condenando a los altos mandos.

Al ver que con estos procesos iban a juzgar a todo el ejército, se decidió encabezar una sublevación que mantuvo en vilo al país, ahí es donde aparecieron los denominados «carapintadas». Fueron cuatro días en donde la democracia estuvo en peligro.

El director Sergio Wolf hizo una investigación en donde planteó las causas de este alzamiento que hizo aparecer en la escena pública a un respetado militar y comando especial que fue el Teniente Coronel Aldo Rico.

En este trabajo se pudieron escuchar las dos campanas de lo sucedido y lo que es imperdible son el cinismo y la verborragia de Rico, aunque también siempre a la defensiva ante las preguntas del director.

Lo que deja este documento es que si bien se salvó la democracia, el precio por eso fue muy caro. Seis meses después se dictó las infames ley de «Obediencia debida» y «Punto final», con las que se benefició a los represores.

La película llegará al cine El Cairo desde este viernes al domingo y es una excelente oportunidad de seguir manteniendo activa la memoria.

Calificación: Muy buena.