«A ese disco no le cambiaría nada. Es una especie de demo pero hecho en Electric Lady y con Joe Blaney», solía definir Charly García a «Clics Modernos», como síntesis de su proceso de producción.

Es que la placa comenzó a gestarse en un loft del Village, en Nueva York, en donde el astro del rock argentino se alojaba con su entonces novia brasileña Zoca, y al que había equipado con instrumentos y un estudio portátil, en donde fue dando forma a cada una de las canciones.

Allí contó con dos aliados fundamentales para su trabajo: Pedro Aznar, su ex compañero en Serú Girán, en el plano musical; y la fotógrafa Ada Moreno, una vieja conocida desde los tiempos de Sui Generis, quien lo recibió en Manhattan y fue una especie de «chaperona» a la hora de actualizarlo en torno a la movida cultural en la Gran Manzana.

Justamente, fue la propia Ada la responsable de la serie de fotografías en el sobre interno del disco, en donde se veía al gran astro del rock argentino con modernos anteojos, pelo corto y cubierto de talco, una nariz ficticia armada con un cono de cartulina y metido en una bañera.

Una vez que las canciones influidas por la movida musical neoyorkina tomaron forma, acompañado por el exmúsico y empresario Carlos «Pirín» Geniso, también residente en esa ciudad, fue a alquilar horas en Electric Lady, el mítico estudio creado por Jimi Hendrix.

Según narró muchas veces el propio García, tocaron el timbre del lugar, cuando los atendieron casi sin abrirles la puerta, manifestó que quería alquilar el lugar y, con desdén, le preguntaron: «¿Acaso tu papá es rico o qué?», a lo que el artista respondió sacudiendo un fajo de dólares: «¿Me lo alquilan o no?».

Ya sorteado ese obstáculo, le ofrecieron un listado de posibles productores y el músico escogió al último que figuraba en la nómina, Joe Blaney, por contar entre sus trabajos con «Sandinista», el disco de The Clash al que el propio Charly había hecho explícita referencia en el tema «No bombardeen Buenos Aires», incluido en «Yendo de la cama al living».

Aunque quiso incluir en las sesiones al baterista que tocaba en la banda de Jan Hammer, ni bien comenzó el trabajo de estudio se dio cuenta que no cuajaba en el sonido que quería darle a sus nuevas canciones, por lo que lo suplantó por una batería electrónica TR-808.

La mayoría de las canciones las grabó solo Charly, con la única ayuda de Pedro Aznar en el bajo, y la colaboración del baterista Casey Scheverrell y del guitarrista Larry Carlton en algunas canciones puntuales, así como el saxofonista Doug Norwine, en el tema «Nuevos trapos».

Así tomó forma esa placa que, con un sonido absolutamente moderno para los estándares del rock argentino, entre baterías electrónicas, samplers de la voz de James Brown, sonidos robóticos y polirritmias, presentaba una inédita combinación conceptual entre la cosmopolita Nueva York y el gen argentino.

La síntesis de todo esto acaso podría sintetizarse en su portada, una fotografía del protagonista tomada por Uberto Sagromoso en un paredón de la esquina de Walker Street y Cortlandt Alley, frente a un grafitti callejero creado por Richard Hambleton, que consistía en unas siluetas negras en tamaño real llamadas «Shadowman», y una pintada que decía «Modern Clix» y que era el nombre de un ignoto grupo de new wave.

Aunque el principio la placa iba a llamarse «Nuevos trapos», como una de las canciones, Charly quedó impactado cuando, al regresar a Buenos Aires, se encontró con las siluetas blancas que representaban a los desaparecidos durante la dictadura, propagados por toda la ciudad por los familiares que reclamaban por sus paraderos.

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El enorme paralelo entre las figuras negras esparcidas en Nueva York y este reclamo en Buenos Aires lo impulsó a utilizar esa fotografía como portada y a renombrar su disco de acuerdo a la pintada que podía verse allí.

«Clics Modernos» fue lanzado el 5 de noviembre de 1983, menos de una semana después del día en que los argentinos volvieron a las urnas, y fue presentado en vivo en el Luna Park el 18 de diciembre, una semana después de la asunción de Raúl Alfonsín, junto a una banda conformada por GIT (el guitarrista Pablo Guyot, el baterista Willy Iturri y el bajista Alfredo Toth), Fito Páez, Fabiana Cantilo, Daniel Melingo y Gonzo Palacios. Todo un símbolo de época.

 

ESQUINA EN NUEVA YORK

La esquina ubicada en Walker Street y Cortlandt Alley, en la ciudad de Nueva York, en donde se tomó la foto de la portada de «Clics Modernos», pasará a llamarse desde el próximo lunes, a las 11, hora local, «Charly García Corner».

Así quedará establecido en un acto formal, a partir del impulso de Mariano Cabrera, un actor y director argentino residente en esa ciudad, que contó con el respaldo del Consulado argentino.

En la ceremonia habrá una actuación de un grupo conformado por el baterista Fernando Samalea, el bajista y tecladista Fabián «El Zorrito» Von Quintiero, la cantante Hilda Lizarazu, y los chilenos Kiuge Hayashida en guitarra y Toño Silva en batería, todos ellos integrantes de distintas bandas de Charly.

Las celebraciones incluyen además una charla informal en el Central Park, que realizará este sábado Samalea, y un «walking tour» que se llevará a cabo el domingo 5 por las locaciones en donde el astro del rock argentino filmó el video del tema «Fanky», en 1989, a cargo del Zorrito y del tecladista Alfie Martins.