En el predio de la Ex Sociedad Rural de Rosario, tres escenarios y un «laboratorio» albergaron a las más de 30 bandas y artistas solistas, que protagonizaron ante veinte mil personas, la cuarta edición del Festival Bandera, este sábado en una cita con la diversidad de géneros e identidades musicales.

Más de 20 mil personas pasaron por el predio ubicado en el macrocentro de Rosario, donde en una jornada calurosa por la tarde y agradable a la noche sonaron desde la mexicana Julieta Venegas hasta la argentina Natalie Pérez, con escala en las bandas orientales No Te Va Gustar (NTVG) y Cuarteto de Nos, y la potente actuación del rapero argentino Dillom, quien presentó un tema inédito.

El circuito de shows se completó con el «Laboratorio Bandera», el único de los escenarios en un salón cerrado similar a una disco, con esferas de espejos y luces láser, por el que transitaron el local Tobías Arribillaga (rock); el bonaerense Akim 88 (Drill); la cordobesa Anita B Quenn (DJ) y cuyo cierre estuvo a cargo de Franzizca que convirtió el lugar en una fiesta electrónica.

La cuarta vuelta del festival se corrió este año unos metros en relación al lugar en el que se realizó el año pasado, desde el Hipódromo de Rosario hacia el antiguo predio de La Rural, ambos ubicados en el generosamente forestado Parque Independencia de Rosario.

El cambio de sitio, a pesar de su proximidad geográfica, lució como un acierto de la organización, que en el nuevo lugar pudo ofrecer un territorio más amplio para los asistentes, a los que les prodigó comodidad, espacios de circulación, sin tener que transitar distancias incómodamente extensas con buen sonido y visión de los escenarios.

Por dos espacios gemelos, los escenarios Sur y Norte ubicados en forma contigua, tocaron desde la hora en que nació el festival, a las 14.30 del sábado, Mamita Peyote; El Zar; Cruzando el Charco; Las Pastillas de Abuelo; Natalie Pérez; Silvestre y la Naranja.

Rock barrial y rioplatense, pop, trap, freestyle, dance y música electrónica se combinaron en los tres escenarios, a los que subieron grupos y artistas consagrados y músicos noveles o de menor popularidad.

Así, los primeros artistas fueron inaugurando los distintos escenarios, el primero fue el solista de pop local, Manu Piró en el Escenario Norte, al que le siguieron los Winona Riders con su rock alternativo, y la música continuó deslumbrando bajo el radiante sol rosarino con Paz Carrara, Groovin’ Bohemia, Brapis, Tobi Arribillaga, Chechi de Marcos, León Cordero, Soui Uno, La Valenti, Taichu y el Zar, entre otros.

Dylan León Masa, conocido por su nombre artístico, Dillom, estalló al público en el escenario Norte cuando arrancó con «Piso 13», y sin mediar palabra la banda pegó el track «Rili Rili».

El nuevo tema sigue el estilo de rap y punk que lo caracterizan con una letra potente que a partir del miércoles se podrá escuchar en todas las plataformas musicales.

Con un show ajustado y potente que cerró con «220», Dillom dejó todo listo para el comienzo de Julieta Venegas en el escenario contiguo quien se presentó en formato de cuarteto con una propuesta más electrónica, la cantante dio un recital inolvidable en el que nuevos arreglos permitieron que su voz se luciera junto a su contundente banda.

Vestida íntegramente de verde y desde su teclado en el centro del escenario, Venegas emocionó a sus fanáticos con los primeros temas que abarcaron «Dime la verdad», «Caminar sola», «Mismo amor», «Bien o Mal» y «Lento», entre otros clásicos de su carrera que hicieron cantar a todos.

A continuación, los uruguayos No Te Va Gustar iniciaron su despliegue de himnos, con «Nada para ver», «Al vacío» y «A las nueve», en una seguidilla que su cantante, Emiliano Brancciari, solo frenó para decirle a sus incondicionales seguidores: «Estamos felices de estar en este festival compartiendo con tantos artistas. Ojalá que pasen una gran noche y se vayan muy felices a sus casas».

La banda nacida en Montevideo puso la sección de vientos y las guitarras al frente para inyectarle rock a esa parte de la noche en que la temperatura empezaba a bajar y motivó a todos a bailar con un poco de percusión rioplatense a cuatro manos.

El punto más alto de su presentación llegó con «Venganza», un tema que la banda comparte con la trapera rosarina Nicki Nicole cuya imagen en las pantallas gigantes activó cientos de celulares que compartieron en redes sociales el momento.

El cierre de los escenarios principales llegó de la mano de El Cuarteto de Nos a puro rock uruguayo de esta banda que se caracteriza por una verborragia inigualable en sus letras.

El estridente sonido y la energía de su frontman Roberto Musso dieron nueva energía al público que a pesar del cansancio acumulado en el día, volvió a arengar y a saltar como al comienzo del Festival.

La continuación del evento quedó en manos de la cumbia de los Peñaloza y los bits de los Djs que hicieron del sábado y el comienzo del domingo una jornada histórica en que sonaron más de 12 horas seguidas de la mejor música nacional e internacional y de los más variados géneros en un Festival que se planta como un clásico.