Anoche se inició en Distrito Siete un ciclo especial por el Mes de la Mujer que se replicará durante todos los meses de marzo, con entrada al sobre. Distintas músicas de la ciudad estarán presentando sus proyectos artísticos en el ciclo “Pioneras del Rock”, desde las 21 en el espacio de Ovidio Lagos 790.

Esta edición comenzó ayer, 4 de marzo, con la presentación de Carolina Bossa con canciones de su próximo disco en formato de trío eléctrico, junto a Juan Flores en bajo y Ramiro Nazur en batería.

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El próximo show, el miércoles 11 de marzo, estará la presentación de Gabriela Segovia junto a Ayax Anania en guitarra, Nahuel Sterpone en batería, Fabricio Di Giacomo en sintetizador y Fabricio Maragliano en bajo.

La primera experiencia de Gaby Segovia fue en el bajo del grupo de blues y rock Ama de Llaves, siendo junto a Cambio de Hábito las primeras formaciones femeninas de rock de Rosario. Compartió escenario con figuras como Juana Chang, María Ezquiaga, Miss Bolivia y Pablo Dacal. En 1997 toco con Manu Chao en Rosario en la presentación de su disco Clandestino, y hoy es docente de música mientras se encuentra escribiendo su primer nouvelle titulada  «Exilio en Francia» y trabaja en su segundo proyecto musical titulado «Invisible amor» canciones invisibles.

El miércoles 18 de marzo será el turno de Mercedes y Los Un Millón, el proyecto artístico de Mercedes Ianniello conformado junto a tres músicos de amplia trayectoria como son Federico Baronio, Ezequiel Fructuoso y Walter Randisi.

Ianniello es una cantante y compositora con una extensa trayectoria dentro de la escena de la canción pop y rock, que comenzó su actividad musical a comienzos de los años 90’ con la banda El Lado, proyecto dark-experimental con intervenciones performáticas en sus shows. A mediados de los 90 se radica en CABA, abre el mítico bar Sarajevo y sigue activa como cantante y compositora de Amarilla (1999-2005) y Cautiva (2005-2010). Es con estos dos proyectos con los que graba discos y circula en los principales escenarios y festivales del indie porteño. Luego de ausentarse varios años por maternidad (y las tareas de cuidado que ésta conlleva), regresa en el 2013 a Rosario, y tras un período de presentaciones en formato acústico e intimista, durante el cual nacieron y maduraron nuevas canciones, surgió la necesidad de volver al formato eléctrico, donde toma forma su proyecto actual. Con esta formación lleva editados desde 2017 dos EPs (Despierta y Extendida) y se ha presentado en prestigiosos ciclos y escenarios (Hoy en mi barrio, El artista es mi vecino, Picnic nocturno, Brandon Bs As, Casa Brava, CEC, Plataforma Lavardén, D7 y Fauna entre otros). Actualmente preparan nuevo material para mediados del 2020.

Finalmente, el miércoles 25, Flor Croci junto a Sofía Pasquinelli van a presentar su formato guitarra + guitarra.

«Cuando sea grande quiero ser música» respondí una vez que me preguntaron y se puede decir que comencé mi carrera musical a los 10 años yendo a clases de guitarra criolla y canto al conservatorio de “Miguel” en la zona sur de Rosario (Argentina). Apoyada por una familia que estaba empapada de música comencé a experimentar con otros instrumentos donde conocí la guitarra eléctrica, el bajo y batería. En paralelo a mi actividad artística empecé a tocar en grupos propios y como invitada en otras bandas locales. Ya me estaba metiendo de lleno en mi mundo, en mi sueño. Por eso seguí estudiando instrumentos y composición y proceso del sonido. Desde hace varios años también me dedico a la docencia particular y en institutos privados. En una época complicada me fui a descubrir el mundo. En el año 1999 hice mi primera gira por EEUU y España, país en el cual no estuve de paso ya que me quedé por más tres años. La península ibérica fue escenario de mi más enriquecedora experiencia hasta el momento, pues incursioné en diversas músicas y ritmos de todo el mundo. En definitiva es donde pude explotar mis conocimientos de Rock, Tango y Folclore. A esto le sumé la invalorable influencia de la música africana, candombe uruguayo, trova cubana y otros menos convencionales. Un fructífero intercambio que amplió mi visión del mundo musical. Ya estaba lista para volver. Y cuando volví tuve la suerte de encontrarme con gente maravillosa y reencontrarme con amigues, toqué con una tal Celeste, unos señores Charly, Fito y León, y muchos otros que son muchos de verdad. Después armamos una Flor de Banda y con las pibas cocinamos un Alto Guiso que vamos a saborear siempre con lucha y muchas ganas de cambiar las cosas mientras andamos por Jardines líquidos. Me faltan contar muchas cosas que todavía no hice y eso es lo bueno. Y esa soy yo, «música» (como dije cuando era chica) y mamá de Zoe», resumió Croci su vida en primera persona.