El programa Corte y Confección producido por LaFlia, productora que pertenece a Marcelo Tinelli, ha logrado posicionarse como uno de los certámenes televisivos más visto de la argentina.

Dentro del certamen, participa un diseñador rosarino, Javier Tschudy, que día a día, expone toda su creatividad y dedicación para posicionarse dentro del show como uno de los potenciales ganadores.

Conclusión entrevistó a al participante de Corte y Confección, quien nació en Rosario y se crió en el seno de una familia humilde, viendo como su madre se organizaba para dedicarse a la costurería y a criar a sus hijos.

Su familia paterna también contaba su propia historia dentro del oficio de la moda. Fue dueña de una sastrería que nació con el padre de su abuela, un reconocido sastre de la época. Sin embargo, Javier no pudo expresar a viva voz su amor por este oficio, hasta entrado en su adultez.

En medio de la pandemia y el aislamiento social preventivo, su trabajo anterior se vio completamente afectado. En tanto, sus preocupaciones continuaron acrecentándose puesto que su hermano contrajo dengue, a la vez que su actual pareja se desempeña en el ámbito de la salud de la ciudad de Rosario con los riesgos que esto conlleva.

Tschudy, con la lucha que lo caracteriza, continúa esforzándose día a día para continuar siendo elegido en el certamen y forma parte de los siete concursantes que aspiran a ser el gran ganador de la tercera temporada del programa televisivo que emite El Trece.

-¿Como vivís este presente profesional en cuanto al certamen en el que participás?

-Dentro de la desgracia del coronavirus es un lujo poder seguir trabajando y tener algo en donde ocupar el tiempo. Sobre todo hacer lo que me gusta, lo que sé hacer. Me parece maravilloso esta posibilidad. Es complicado en otros aspectos, porque no he podido volver a Rosario, ni ver a mi familia, un poco lo que nos pasa a todos. Y con el programa Corte y Confección estamos tratando de que la gente se distraiga, se distienda y se divierta un ratito.

-¿Creés que el escenario de pandemia ayudó a que los televidentes le dediquen más tiempo al programa?

-Yo creo que ha sido positivo para los medios en general, porque la gente esta en su casa y, al no poder hacer nada, la tele le hace compañía. A nosotros nos sirve muchísimo, estamos midiendo supero bien de rating, la gente se engancha bastante y la verdad que es un programa que propone algo diferente, hay gente creativa que esta creando constantemente. Y me parece mucho más productivo que estar mirando todo el día el noticiero.

-¿Como te llevás con la exposición mediática?

-Es como una novela. El televidente nos ve tal cual somos. Es como una novela, donde hay situaciones dramáticas. Es todo parte del certamen, es un reality show. Para mí, además de ser el programa más inclusivo, en todo aspecto, desde la cuestión de género hasta las edades, también propone que juguemos al reality, y que la gente nos conozca tal cual somos, de donde vinimos, no solamente que vea lo que creás sino que entienda porque creás y porque hacés lo que hacés.

-Es toda una nueva experiencia.

-Yo, anterior al certamen, no había hecho esto. Desde que comenzó el certamen desarrollamos 60 prendas mas o menos con pasadas, algo que no hice en mi vida. Entonces, uno por ahí se queja de la dinámica porque es muy exigente, pero lo bueno es que el entrenamiento que te da este programa no te lo da la vida. O sea, si estás en tu casa, no te ponés bajo presión a diseñar una prenda diferente por día. Y lo más interesante que tiene, es que el programa plantea todo el tiempo consignas que te hacen salir de tu zona de confort, porque uno como diseñador, tiene una impronta personal, tenés cosas que te gustan hacer mas o menos, o clientes que te gusta atender, y acá salís de eso. La propuesta es muy diversa y eso te entrena muchísimo. La cabeza y las manos, por supuesto.

-Se nota que lo disfrutas

-Este programa es muy particular. Es muy inclusivo a nivel género, y hasta en el tipo de consigna que plantea a la hora de crear.

-¿Cual es tu proyección después del certamen?

-Aunque lo gane o no lo gane, creo que la proyección va a ser la misma y es dedicarme a esto a ful y ver cual es la mecha para convertirlo en un negocio, mas que negocio, una profesión. Quiero hacer esto parte de mi vida diaria. Quiero que la gente que nos ve tenga acceso a lo que hago y me interesa que se convierta en algo real, que las personas que estén interesadas puedan comprar lo que hago. Igualmente, estoy tan metido en el programa, porque me lo demanda, estamos todo el día acá y de acá al hotel, pero sigo cociendo para mañana, entonces el ritmo es muy intenso. Tengo la cabeza metida acá.

-¿Que reflexión podés hacer sobre esta experiencia?

-Dentro de los participantes de Corte y Confección soy uno de los pocos que no me dedicaba a esto. Yo estudie Diseño y Moda, pero estaba en un espacio medio lúdico de mi vida, donde creaba más para relajar que para otra cosa. Y siempre me quedo esto en ese lugar de sueño, donde pensaba que que me encantaría que esto se convierta en mi laburo. Ya con 42 años es como que uno relega esas cosas y trataba de generar dinero para tener una vida lo más parecida a la de mis sueños. Pero la verdad es que después que me pasó esto, mi cabeza viró totalmente y hoy le diría a todo el mundo que no afloje nunca. Si hay algo que te motiva, una actividad que no te cuesta hacer, les diría que vayan por ahí, porque la vida siempre te sorprende y a veces pasa, y sino pasa, al menos le dedicaste muchas horas de tu vida dividiéndote y pasándola bien.