Por Mario Luzuriaga

Desde el 2003 el cantante Mariano Albergoli decidió formar una banda tributo a Soda Stereo.

Además de lograr una reproducción sonora idéntica de todos los temas y arreglos originales, la banda ha desarrollado una puesta en escena que representa fielmente la imagen del grupo con los diferentes vestuarios referentes a las distintas épocas de la banda.

Albergoli dialogó con Conclusión y comentó sus experiencias junto a Zeta Bosio y Gustavo Cerati.

—¿Cómo nació esta idea de hacer una banda tributo?

—Lo primero que se me pasó por la cabeza en 2003. Soda Stereo llevaba seis años de no tocar juntos; y un día fui a ver la banda tributo a los Beatles que se se llama The Beats. Ellos lograron transportarme en el tiempo y ver cómo sonaba esa banda en los sesenta; y ahí me pregunté por qué no se hacía algo con Soda Stereo. Al ser fan y ver que no se iban a juntar y ver que su música fue tan importante y tan moderna; me dieron ganas de montar un show en donde la gente pueda disfrutar nuevamente a Soda.

—¿Seguís aprendiendo del legado musical que dejó la banda?

—Si, por supuesto. El principal legado que dejó Soda fue su ideología de hacer algo nuevo para sorprender a la gente. El músico Tweety González decía que Gustavo Cerati, mientras componía, decía que primero las canciones tenían que sorprenderlo para que luego sorprendan al público. Hoy en día lo que hacemos es un show que no haga hincapié en lo retro, sino que brindamos un show como si hoy por hoy lo dieran. Desde lo musical siempre encontras cosas nuevas, lograron un audio y un sonido que no se podían hacer con aparatos que hoy en día están disponibles.

—¿Pudiste compartir el material con alguno de los miembros de Soda?

—Mirá al que primero conocí fue a Gustavo en una situación muy linda para mí, porque me llamaron para participar en el videoclip de «Rapto». Tuve situaciones a solas con él pero nunca quise comentarle lo que hacía y fue el director del video que le contó sobre mí. Ahí se me acercó y hablamos lo que hacíamos con la banda, el repertorio y por suerte tuve una gran onda con Gustavo. Me trató como una persona muy cercana a él.

Mi segundo encuentro fue hace tres años mientras tocaba en un evento privado y ahí lo conocía a Zeta. Juntos tocamos seis o siete canciones juntos y fue increíble. Él sabía quien era yo porque un asistente le habló de la banda. Me dijo que al haber tocado conmigo y que me veía de costado y cómo salía el sonido lo hacía volar. Luego me fue sincero ya que a el no le gusta mucho las bandas tributo que salieron luego de la muerte de Gustavo, pero con nosotros estaba todo bien porque la banda nació de corazón y antes de su reencuentro en 2007.