Por Federico Morel

Para una banda de música uno de los momentos más importantes que existen en el proceso creativo es la instancia de grabación. Esto se debe a la dedicación que cada uno de sus integrantes invierte en el material sonoro que va a aportar y la responsabilidad que conlleva que este trabajo salga tal y cual lo pensaron.

El responsable de plasmar esas ideas al pie de la letra y, por supuesto, coordinar los detalles sonoros es el ingeniero de sonido que se ubica frente a las consolas de grabación y, de alguna manera, dirige cada una de las pistas que están siendo grabadas, para luego mezclar cada uno de los instrumentos a tempo y bajo la estructura del género en el que se ubica esa musicalidad.
Lorenzo Leto, artista y productor musical de la ciudad de Rosario trabaja hace 10 años como productor musical e ingeniero de sonido en estudios Penny Lane (ex Blue Room).

Dentro de sus trabajos se encuentra la intervención técnica en bandas como Vilma Palma, Los Vándalos, Dios Salve a la Reyna, Julian venegas, Luis salinas, Adrian Abonizio, Gonzalo Aloras, Hernan Flores, Carlos Casazza, Mamita Peyote, Julian Rossi, entre otros.

El ingeniero contó a Conclusión la importancia de la participación de esta instancia técnica para lograr un trabajo profesional y que los artistas tenga el material grabado tal y cual lo imaginaron.

-¿Cómo llega a vos este oficio y este amor por la música?
-Empieza por la música el origen de todo. Tenía una banda que se llamaba Natura Manda y vivía en Quequén. No había internet en ese momento. El productor de ese momento nos compra los mics y la placa para grabar en ese momento pero no teníamos conocimiento de nada. Tampoco estaban los tutoriales. No existían. Empieza todo como un experimento. Lo grabé yo al disco, naturalmente, era mi silla esa, nadie lo cuestionó tampoco. Esas cosas que está destinadas.

-¿La cuestiones de la vida fueron llevándote a descubrir este oficio?
-Totalmente y eso tiene un plus para mí porque una cosa es cuando vos llevas a la vida a un lugar y otra cosa es cuando la vida te lleva a vos a algún lugar. Me parece mucho más interesante eso.

-¿Cuándo comenzaste a dedicarte exclusivamente?
-Grabé mi primer disco en un teatro. Le tiré la propuesta al dueño del lugar si podía hacer un estudio y grabar las bandas ahí. Me dice que sí. En ese momento eran $30 la hora del estudio, hace diez años aproximadamente. Cuando vuelvo a Rosario, fui a Blue Room a tocar timbre, que era el mejor estudio de ese momento, un poco inconsciente de lo que estaba haciendo pero yo tenía las ganas.

-¿Cómo te sentís en esta etapa profesional de tu vida?
-Me siento muy bien. Estoy en el mejor estudio de Rosario (Estudios Penny Lane). Puede ser un poco de merecimiento, porque desde ese día que comencé a grabar, nunca frené. Incluso hay personas que me critican porque no voy al parque o salgo a algún lado, y la verdad es que yo no entiendo los otros lugares, solo entiendo los estudios. Estoy muy contento de que exista este estudio porque realmente a la música le hace bien, la ennoblece.

-¿Cuál es tu trayectoria en la música?
-Hace diez años grabo discos. Comencé como ingeniero de sonido, solamente en la grabación. Discos que grabé en Blue Romm, muchísimos, casi todo los músicos de Rosario (risas). Los que recuerdo en este momento son: Los Vándalos, Dios Salve a la Reina, Vilma Palma, Mamita Peyote; la verdad no me quiero olvidar de ninguna, pero casi el 90% de las bandas rosarinas las grabé.

-¿Cómo te ves en 10 años más?
– Con muchas canas (risas). Este trabajo día a día se engrandece. Por lo tanto estoy trabajando en Capital no solo acá en Rosario. En el último que trabajé es el Estudio Espector, que tiene los teclados de Fito Páez, se pueden utilizar y son grandes instrumentos que no tiene nadie básicamente , entonces día a día y estudio a estudio uno va mejorando los audios y la calidad de trabajo. Haciendo lo mismo, pero en mejores lugares. No tengo un objetivo concreto pero si mejorar la música y el sonido.