Se cumple el 41ª aniversario de la salida The Final Cut, duodécimo disco de estudio de Pink Floyd que se planeó originalmente como banda sonora para la película The Wall. Un álbum conceptual con el que se despidió de la banda, el bajista y líder del grupo Roger Waters.

Recién comenzada la guerra de las Malvinas, Waters convirtió a The Final Cut en una crítica a la guerra, además de tratar lo que él consideraba la traición para con su padre. Repitiendo el estilo de ópera rock de su predecesor, The Wall (1979). Se grabó en ocho estudios distintos de Inglaterra, entre julio y diciembre de 1982.

Un álbum conceptual y es el último de la banda en contar con la participación de Roger Waters, quien aparece como compositor y letrista de todas las canciones del disco. La mayoría de ellas cuentan con la voz de Waters como vocalista principal. El diseño artístico corrió a cargo de Waters, reflejando el contenido del álbum.  David Gilmour aporta su voz sólo en una de las doce canciones del disco, «Not Now John».

Durante la grabación de The Final Cut, hubo mucha tensión entre Waters y los demás miembros de la banda, particularmente Gilmour. Algunos lo consideran un álbum en solitario de Roger Waters y no un verdadero álbum de Pink Floyd.

Ninguna de las canciones del álbum ha sido interpretada en vivo por Pink Floyd, aunque algunas han sido interpretadas en vivo por Waters durante giras en solitario. El dominio de Waters en el álbum se ve más claramente en la contraportada, que dice: The Final Cut: A Requiem for the Post-War Dream – de Roger Waters, interpretado por Pink Floyd.