Después de meses y meses una espera que tuvo sus complicaciones para toda la escena artística, de a poco van volviendo los shows con presencia de público (protocolos mediante) y la provincia de Santa Fe, con Rosario como puntal, es un claro ejemplo de adaptación en lo que a este tipo de eventos respecta.

Este sábado tendrá comienzo el ciclo “Cuando el río suena”, una coproducción entre la agrupación Ciudad Futura, el Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario, que declama como objetivo principal “proteger al sector de la cultura en este delicado momento”.

El 30 de enero es la fecha señalada para el puntapié inicial, de la mano de La Chiruza Orchestra, Juan Iriarte y Mercedes Ianniello.

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Iriarte, cantautor de tangos, milongas, valses y chamamés, habló con Conclusión en la previa del evento y dejó varias definiciones interesantes, desde la adrenalina que todo lo avasalla -arriba de un escenario- hasta el torrente creativo que despertó la pandemia, pese a todos sus males, que lo llevó hasta incluso componer un tema para el Trinche Carlovich, movilizado por los homenajes en barrio Tablada, donde se mudó poco antes de que asesinaran al ídolo del club Central Córdoba e ícono de la ciudad. Queda claro que, como suele suceder, a la herida de la vida solo la sana la metáfora.

“Había hecho un streaming y nos estábamos dedicando a generar audiovisuales, lo que no implicara lo presencial del público. De estas características, aire libre y presencial es de las primeras experiencias”, destacó, de movida, y agregó: “Uno sale del entrenamiento, realmente nosotros seguimos tocando durante la pandemia, pero puertas adentro y tratando de sostener lo gimnástico de la cosa. En lo mental siempre hay nervios y expectativa”.

Respecto a lo performático, Iriarte suele brindar conciertos enérgicos y eso se transmite al público, algo que se revitaliza con este retorno a la presencialidad.

“Siempre termino realmente agotado, en el sentido de que el cuerpo está trabajando mucho. Te voy a contar una anécdota que puede ejemplificar: fui a hacer un video el 10 de enero al campo, 12 del mediodía abajo del sol, vestido de traje sombrero y pañuelo. Y sabes que nunca sentí el calor, tampoco sentí el ejercicio de andar al caballo, algo a lo que no estoy acostumbrado. Ahora cuando volví… estuve una semana para recuperarme. El escenario demanda mucha energía, pero en el momento no lo notas, cuando te enfrias te agarra” contó músico, quien aborda temas tanto propios como tradicionales de los géneros clásicos que encarna.

Generación binaria

“La pandemia nos puso a pensar a todos ya replantearnos cosas, con el trabajo y la vida en general, pero lo vivo de manera intensa y positiva; tengo cierta edad y he vivido otros períodos de la historia de este país. Mi generación está acostumbrada a improvisar cuando se pone peluda la cosa (‘caliente’), he vivido los 90, principios de los 2000, esto me activa, me tiene tomado, no paro de escribir, de proyectar y trabajar en la medida de lo que se pueda. He encontrado mi faceta de guionista y estoy abocado a eso también”, relató un entusiasta Iriarte.

“Mi último tema me tiene muy contento, lo hice en homenaje al Trinche Carlovich. Cuando terminé de escribir y musicalizar esa obra, fue liberador, me tuvo captado como seis meses. Justo cuando me mudo acá cerca de Central Córdoba (barrio Tablada), lo matan y presencio todo el homenaje que se le hace en el barrio, eso me atravesó de una manera terrible y estuve craneándola durante meses, investigando, un trabajo casi antropológico. He escrito por lo menos cuatro canciones en este período, para mi es muchísimo”, añadió.

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Para la presentación de esa pieza aun falta trabajo de post-producción, pero el músico también reveló que pronto, en febrero, estrena nueva canción y con un nombre por demás llamativo: Milonga para Clint Eastwood.

“Incluye un audiovisual, lo que te contaba, usamos caballos. Es una milonga que habla del barbijo… con un poco de picardía. Después hace poco presente un chámame que está en las redes (El Quemadito), pude filmar en el Bajo Ayolas, también siguiendo la línea identitaria que trato de tener siempre, describir la ciudad, sus personajes, sonidos, lugares”, expresó el cantor.

Por último, Iriarte hizo una valoración respecto al mundo digital y como sobrelleva la dualidad entre vida real y virtual.

“Vengo de una época analógica, hasta binaria te diría, celebro con alegría a las redes y a los medios porque son una herramienta, siempre que uno tenga un contenido para rellenar el cascarón. Vengo del teatro y trabajo el concepto de composición del personaje, es una construcción, más allá después de la intimidad de cada artista. No acuerdo con el modo de exposición, a través de las redes, de lo que tiene que ver con lo personal, creo que aniquila lo artístico y el misterio, por eso trato de sostener cierta privacidad, comunicar desde un personaje. Lleva años, psicólogo, muchas cosas”, concluyó.