Por primera vez se publicarán en Argentina textos de Cristina Peri Rossi, una omisión llamativa por lo cercano de esta escritora a la cultura nacional y lo fundamental de su obra: uruguaya nacionalizada española, traducida a 20 idiomas, premiada y referente de los feminismos, a sus 79 años reunió medio siglo de poemas en “Detente, instante, eres tan bello”.

Peri Rossi ya había escrito novelas y cuentos premiados (“El libro de mis primos” y “Los museos abandonados”) cuando a los 31 años, en 1972, dejó Uruguay ante el avance de las dictaduras en la región. Además, ya había publicado “Evohé”, su primer poemario de carácter disruptivo, erótico, explícito y lésbico.

La autora ya había sido prohibida en su país cuando con el exilio llegó a Barcelona, centro editorial latinoamericano, donde aún reside. Ahí se consagró como un pilar de la literatura en castellano pero aún así tuvieron que pasar seis décadas para ser publicada en Argentina.

Narradora, ensayista, poeta, traductora y periodista, Peri Rossi tiene una obra ampliamente reconocida y también es una destacada activista política. Vinculada al boom latinoamericano por novelas como “La nave de los locos”, recibió el premio Loewe de poesía por el libro “Playstation” y ganó la Beca Guggenheim entre tantísimas distinciones que recibió por su lenguaje despojado y preciso, donde el erotismo se tornó una decisión estética que rompió cánones y mostró una literatura poderosa.

Publicado por el sello Caballo Negro, el libro “Detente, instante, eres tan bello” reúne poemas escritos desde lo que llaman la tercera ola del feminismo, en los 70, cuando la homosexualidad era considerada delito o enfermedad mental, hasta ahora, en esta cuarta ola de feminismos que condensa otros planteos y pluralidades: diversidades LGTB+ ampliadas con el matrimonio igualitario saldado.

En enero de este año, la poeta uruguaya escribía: “Hemos llegado. Se abre la puerta del ascensor./ ‘Feliz regreso cuando sea’ le digo yo./ que hace veinte años no regreso a Montevideo, mi ciudad./Allí también las noches son perfumadas y llenas de estrellas./ Y entro a la sala de ecocardiograma con el rostro del joven moreno/ y piel delicada como una flor/ en lugar del culo grandote de la enfermera y la bestia que lo quería montar./Ojalá el camillero pueda regresar a ver las flores y el cielo estrellado”.

Con un estado de salud delicado, Peri Rossi hace un tiempo no otorga entrevistas, pero en un reportaje concedido en septiembre pasado a la agencia de noticias EFE, adonde ella misma trabajó, dijo que escribir poesía la hacía “sentir viva” y que por eso estaba casi terminando un libro que llamaría “A punto de poema”, sobre “las experiencias y sentimientos de los que se ha escrito muy poco: la enfermedad, las relaciones entre médicos y pacientes”.

Aunque la cuestión lésbica y el exilio es muy fuerte como asunto en Peri Rossi, el desplazamiento, el modo de mirar a su país de origen y la relación con la lengua, potente y a la vez brutal son las obsesiones que despliegan estos poemas reunidos.