Un amplio despliegue policial, detectores de metales, prohibición de carteles e inteligencia con datos de los asistentes, serán algunas de las medidas con que las autoridades chilenas blindarán el Festival de Viña desde su inicio este domingo, para evitar que los manifestantes cuelen reclamos del estallido social.

La efervescencia social que no da tregua y los anuncios en redes sociales de escraches y protestas durante el certamen empujaron a las autoridades a implementar una serie de inéditas medidas de seguridad que suscitaron fuerte rechazo en las redes sociales y sectores opositores.

Las medidas se anuncian en un contexto de creciente polarización política en el país, más de 120 días después de iniciado un histórico estallido social en reclamo de cambios profundos al modelo, y dos meses antes del plebiscito constituyente que definirá si los chilenos desean o no una nueva Carta Magna -núcleo de los reclamos-, así como los mecanismos para elaborarla.

Anunciadas por el productor general del festival, Daniel Merino, estas medidas incluyen la prohibición de ingresar pancartas, excepto de las marcas organizadoras, la iluminación del cerro colindante de la Quinta Vergara, sede del certamen y el refuerzo del número de cámaras de vigilancia y guardias de seguridad en el recinto.

El Ministerio del Interior preparó un despliegue especial y anunció que estará a cargo de la seguridad dentro y fuera del recinto, a través de funcionarios de Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI), la policía civil.

También, se decidió una inédita implementación de detectores de metales en los accesos al evento, lo que incluye las entradas de los artistas, técnicos y prensa acreditada, según informó el portal de noticias Bio Bío.

La alcaldesa de Viña del mar, Virginia Reginato, en tanto, informó que se entregarán distintivos y credenciales a los vecinos del sector de la Quinta Vergara «para que puedan circular y llegar a sus casas».

Entre las más controvertidas de las medidas, el periódico digital El Mostrador denunció un trabajo de inteligencia basado en la revisión de los datos de los compradores de entradas, lo que violaría la Ley 19.625 que protege los datos digitales de las personas.

La empresa PuntoTicket, encargada de la venta de entradas para el evento, descartó haber entregado los datos de los asistentes, mientras que, desde la cartera del Interior, no ratificaron ni descartaron la información.

Entre las preocupaciones de los organizadores y el gobierno sobresale el temor de que se cuele un cántico que los chilenos llaman «el hit del verano», que, nacido en las canchas de fútbol, circula profusamente en redes y mezcla ofensas al presidente Sebastián Piñera, al que acusan de ser «asesino, igual que (el ex dictador Augusto) Pinochet».