Alrededor de las 8.15 de este lunes el vuelo privado que trajo a Lionel Messi, su futura e inminente esposa Antonella Rocuzzo y sus hijos Thiago y Mateo, entre otros, aterrizó en el Aeropuerto de Rosario. Así, el futbolista de Barcelona y de la selección argentina comenzará a ultimar detalles de su boda y descansar en su ciudad.

Messi se encuentra en la etapa final de los preparativos de su casamiento, que se llevará a cabo el próximo 30 de junio en el Casino City Center Rosario, ubicado en el extremo sur de la ciudad.

El crack rosarino, quien estuvo la última semana de vacaciones en Ibiza, subió a un vehículo de la familia y partió hacia su casa, situada en la localidad santafesina de Pueblo Esther, a 38 kilómetros al sur de Rosario, a la vera del río Paraná, donde continuará su descanso.

La salida del «Islas Malvinas» fue en un operativo sorpresa para la prensa presente. Así, una camioneta negra con vidrios polarizados en la que manejaba Jorge Messi salió raudamente de la aeroestación.

Mientras tanto, uno de los pasajeros que vino en el avión privado sí accedió al diálogo con los periodistas. Fue Rodrigo, hermano de Lionel, quien en relación al casamiento expresó: «No sé nada de la fiesta, no me gusta hablar de esto, es un tema de ellos, puedo decir que él está contento y nosotros estamos apoyándolo».

«Llegamos todos juntos y acompañamos la felicidad de él y la mujer», agregó Rodrigo. «Estamos muy conformes. Hasta donde yo sé siempre se habló de Rosario, todo lo referido a la fiesta es un tema de la pareja», indicó uno de los hermanos del mejor futbolistas del mundo, quien en relación a su rol en la boda dijo: «Voy a ser el mejor invitado».