Por Mario Luzuriaga

Roberto Fontanarrosa fue uno de los más grandes referentes de la ciudad. Su trabajo ha dejado obras maravillosas para que se pueda hacer uso de ellas. En este caso seis directores rosarinos le rinden un cálido homenaje al cumplirse en julio próximo 10 años de su muerte.

Dicho homenaje se trata de una película llamada «Fontanarrosa: lo que se dice un ídolo», en la que habrá de relatos dirigidos por grandes cineastas de la ciudad. Ya finalizó el rodaje de «El asombrado», en el que participaron Darío Grandinetti, Catherine Fulop y Claudio Rissi, bajo las órdenes de Héctor «Nene» Molina.

Ahora es el turno de Gustavo Postiglione que empieza a filmar «Vidas privadas» junto a Julieta Cardinali, Gastón Pauls y Jean Pierre Noher. El realizador dialogó con Conclusión acerca de este proyecto que se estrenará en el mes de julio.

—¿Cómo te llegó la idea de dirigir este cuento?

—La idea surge de Juan Pablo Buscarini, uno de los directores, que propone juntar una cantidad de directores rosarinos y que hagamos una película de «el Negro», ya que se cumplen 10 años de su fallecimiento y que esto también sea un homenaje. A partir de ahí empezamos a armar el proyecto y ahora se está concretando.

—¿Cuánto tiempo tardaron en elaborar este proyecto?

—La primera reunión la tuvimos hace un año, pero Juan (Buscarini) ya la estaba trabajando de antes. Pero en si hace un año en que todos estamos trabajando en la película.

—¿Cómo te sentís en dirigir sólo un segmento del largometraje?

—En realidad son seis cortos entonces es como no estoy pensando como quedan enganchados el uno con el otro, sino que esperamos que quede todo bien. Como somos directores distintos, esto hace que no tengamos una visión global hasta que quede todo terminado. Es una sumatoria de cortometrajes que hacen un largometraje, no es una película que se hace en episodios pensada por una sola persona.

—¿Por qué crees que la comparan con «Relatos Salvajes», sabiendo que hay seis miradas diferentes?

—Quizás es el tipo de película que tiene seis historias que en sí no se vinculan, pero que tienen una unidad de criterio que es que vienen de la autoría de Fontanarrosa. Lo que unía a «Relatos Salvajes» era la violencia, en este caso no hay nada que los una en términos de mirada estética, porque todos somos distintos.

—¿Podríamos decir que es algo similar como lo que se hizo con «The Twilight Zone», diferentes miradas sobre una misma cosa?

—Sí y mejor te diría porque se asemejan a los cortos que se hacían en los años 60 donde había diferentes directores europeos que filmaban tres o cuatro cortos y se unían como películas. Como ejemplos te puedo dar a Federico Fellini, Pier Paolo Pasolini, Jean Luc Godard, salvando las distancias, pero usando esa misma temática.

—¿Qué te motivó a elegir esta historia para contar?

—Yo quise que sea un cuento de Fontanarrosa, que no sea tan típico como los que estamos acostumbrados. Se hicieron muchas cosas de el «Negro», obras de teatro de humor, televisión; y quería correrme de lo netamente masculino por eso la protagonista es una mujer. Son todas esas cosas que me fueron llevando y también que tenga algo mío en el que yo pueda aportar algo de mi estética al cuento.

—¿Quiénes te acompañan en este corto?

—De los actores conocidos están Gastón Pauls, Julieta Cardinali y Jean Pierre Noher. Después están dos actores rosarino que son María Celia Ferrero y Jorge Ferrucci.

—¿Qué te genera que se filme una película sobre Fontanarrosa en Rosario?

—No está toda filmada en Rosario, hay dos que están filmados en Buenos Aires. Pero sí está bueno, Rosario es el lugar del «Negro». Pero también tenemos que tener en cuenta que tiene relatos que pueden estar en lugares exóticos, playas, guerras, etc. Me parece que el «Negro» si bien vivía acá, escribía desde acá pero los relatos tienen esa posibilidad de que pueden ser narrados en cualquier parte.

—¿Te gustaría hacer una película en solitario sobre textos del «Negro»?

— No sé, yo lo conocí y tenía muy buena relación con él y ha actuado en algunas cositas que había hecho para televisión. Tengo una admiración para con su trabajo y esto fue un desafío porque para mí me parecía más interesante la literatura de el «Negro», que la posibilidad de adaptarlo. Hay veces que leés un libro y pensás que se puede hacer una película, pero en mi caso a los cuentos de Fontanarrosa más disfruté leerlos. Pensar en esto fue un desafío porque nunca me imaginé, si bien hay muchas cosas hechas, me lo imaginé desde lo visual, la historieta gráfica de «Inodoro» y «Boogie», hasta con sus novelas. Esto es interesante porque tengo que ver cómo hago para poner esto de manera que se refleje en la pantalla, y ese es el desafío de todos los cortos poder hacer una película de Fontanarrosa sin abandonarlo pero si desarmando algunas cuestiones literarias para hacerlas en cine. Me provoca más placer leerlo que imaginar hacer una película con ese material.