Así intentó explicar su enfoque Craig Mazin, el productor y guionista estadounidense que venía cubierto de elogios por su miniserie “Chernobyl”, sobre el accidente nuclear más famoso de la historia, admitió que adaptar “The Last of Us” para la pequeña pantalla había sido una “gran responsabilidad”.

Ambientada veinte años después de la caída de la civilización por una pandemia de un hongo Cordyceps mutado que arrasa con más de la mitad de la población y que vuelve a quienes afecta en una especie de zombies, la serie sigue a Joel (Pedro Pascal) y a Ellie (Bella Ramsey).

Joel es un experimentado sobreviviente traumado por la pérdida de su propia hija, que vive en una opresiva zona de cuarentena administrada por militares y recibe el encargo de sacar de contrabando a la adolescente Ellie, cuya aparente inmunidad al hongo la hace un bien valioso para distintos grupos en disputa.

Juntos deberán aprender a confiar uno en la otra en una travesía por el devastado territorio de EEUU, en una trama que se volvió un poco más reconocible para el público luego de lo vivido durante la pandemia de coronavirus de los últimos años.

“El propósito de un drama es ayudarnos a experimentar de una manera segura cosas que de otro modo serían más dolorosas. Un programa como este le permite a la gente vivir, más allá de la pandemia, el dolor de la pérdida y también la felicidad de la reconexión y el renacimiento incluso en circunstancias extremas”, propuso Mazin, sobre la actualidad y la utilidad de una serie postapocalíptica como esta.

Con capítulos nuevos cada domingo a las 23 a través de HBO y HBO Max, el primer episodio de la serie el domingo pasado se convirtió en el estreno más visto en la plataforma de streaming en Latinoamérica en sus primeras 24 horas, según se detalló en un comunicado. Aun más que la esperadísima “House of the Dragon”, precuela de “Game of Thrones”.

El éxito se debe en parte a la expectativa de la legión de fanáticos que tiene el juego desde que lanzó originalmente en 2013, con múltiples premios y más de 37 millones de copias vendidas. Pero también a la crítica especializada, que anunciaba de forma prácticamente unánime tras acceder a los capítulos con antelación que se trataba de “una de las mejores adaptaciones de un videojuego”.