Los días domingo 9​ de abril​, a las 19, y martes 11 de abril, a las 20.30, (función inaugural Temporada Abono 2017), subirán a escena en el Teatro El Círculo las óperas Suor Angelica, con música de Giácomo Puccini (en primera audición para la ciudad de Rosario en versión completa), e I Pagliacci, con libreto y música de Ruggero Leoncavallo.

Los dos títulos escogidos para abrir la temporada tienen como punto central la discriminación de género y la violencia inherente a dicha acción, una contribución desde el arte operístico para ayudar a tomar conciencia de este flagelo.

Los deseos incumplidos, la purga de un pecado de juventud, y los celos enfermizos y justificados son los ejes de estas dos historias que describen personajes y situaciones cotidianas de la vida del hombre con la más cruda realidad. Son características del estilo “verista” al cual pertenecen, mostrando el equilibrio perseguido por esta corriente entre el texto y la música, logrando una perfecta armonía entre las palabras y las notas musicales.

El elenco está integrado por primeras figuras de la lírica: el tenor Enrique Folger, la soprano Paula Almerares, y el barítono Leonardo Lopez Linares, en los roles protagónicos; junto a las mezzosopranos Anabella Carnevali y Graciela Mozzoni, los tenores Andrés Novero y Daniel Gomez Lopez, y el barítono Ismael Barrile. El Mtro. Carlos Vieu estará al frente de la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario. La dirección escénica es de Rubén Martinez, y el diseño de vestuario de Ramiro Sorrequieta y Liza Tanoni. Participará el Coro de Niños preparado por Morena Sanchez Mastrangelo, y el Coro de la Opera de Rosario, que dirige Horacio Castillo.

Esta nueva producción de la Asociación Cultural El Círculo, cuenta con la colaboración de la Opera de Rosario, y auspicio del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia de Santa Fe, y la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.

Las localidades están a la venta en la Boletería del Teatro (Laprida 1223), o a través de www.ticketek.com.ar

Argumentos

Suor Angelica: La acción transcurre en un convento, en Italia, durante el siglo XVII. Suor Angelica es una dama de la nobleza que debido a un deslíz de juventud, dió a luz un hijo siendo soltera, por lo cual fue recluída en un convento por decisión familiar. Lleva más de siete años sin noticias ni de su familia ni del mundo exterior, hasta que un día recibe la visita de su anciana Zia Principessa, trayendo un pergamino para que firme. Le comunica que ha dividido la herencia de sus padres y que su hermana se va a casar, lo que alegra a la joven. Cuando le pregunta por su hijo, al que sólo pudo ver en una ocasión y le fue arrancado de sus brazos, la tía prefiere no hablar, pero ante la insistencia de su sobrina le dice la verdad: su hijo murió hace dos años. Angélica se desvanece y firma el pergamino sin leerlo. Cuando la tía se va, Suor Angélica eleva una plegaria para su niño muerto, y en su mente va tomando forma una terrible decisión. Prepara una infusión con varias hierbas del jardín del convento, y la bebe, sabiendo que es venenosa y le producirá la muerte. Cuando ya lo ha hecho se da cuenta de que ha cometido un suicidio, y que por ser un pecado mortal no podrá ver a su hijo en el más allá. Presa de arrepentimiento, pide perdón a la Virgen y, cuando muere, ve un milagro: todo lo que la rodea se transforma en una visión mística y consoladora, coronada por la presencia de la Virgen María y de su hijo.

I Pagliacci (Los payasos): La acción se sitúa en Calabria, en 1870. La gente del pueblo recibe con alegría la llegada de una compañía de payasos ambulantes. Canio, jefe de la misma, llega con Nedda, su mujer, a la cual ha incorporado de huérfana cuando era casi una niña. Al crecer, se enamoró de ella y se casaron, pero Nedda no está realmente enamorada de él. En un pueblo, Nedda conoce a Silvio y se enamora de él. Pasan un año sin verse, hasta que el circo de Canio llega otra vez a ese mismo pueblo. Esta vez Nedda está decidida a abandonar a Canio y fugarse con Silvio, sin embargo, Tonio, un payaso deforme, empleado de Canio, descubre sus planes y se los cuenta a Canio como venganza a causa del rechazo de Nedda. Canio contiene su ira, ya que la función está por comenzar, pero no aguanta mucho tiempo más y estalla en plena función. La gente cree que Canio está actuando y no se alarma. Canio le exige a Nedda que le diga el nombre de su amante, ella se niega, hasta que el payaso se enfurece y, ciego de rabia y dolor, la apuñala en el escenario. Nedda muere pronunciando el nombre de su amante. Silvio se abre paso entre la gente, tratando de defenderla, y también recibe una puñalada mortal. Es hasta ese momento que el público comprende que eso no era una actuación. Entonces Canio anuncia al público horrorizado que la comedia ha terminado.

Dirección Musical: Carlos Vieu; Dirección Escénica: Rubén Martínez; Diseño de Vestuario: Ramiro Sorrequieta – Liza Tanoni; Diseño de Iluminación: Esteban Ivanec; Realización de escenografía: Walter Gonsolín; Coro de la Opera de Rosario: Director, Horacio Castillo. Coro de Niños: Preparadora, Morena Sanchez Mastrangelo; Peluquería y Caracterización: Ramiro Sorrequieta.