Luego del estreno a sala llena el pasado mayo, este viernes 26 y el sábado 27 de julio se realizarán nuevas funciones de la obra de danza contemporánea de creación colectiva Pluripotente, ambas desde las 21 en el Centro de Expresiones Contemporáneas y con entradas a $200.

Con 11 bailarines y un músico en escena, la obra propone una oscilación entre diferentes intensidades de movimiento. Por un lado, el de un mundo industrializado donde todas las piezas del engranaje deben ser operativas y si no reemplazadas. Y por el otro, un movimiento vinculado a un espacio ritual en el que los cuerpos se encuentran en una danza única en contacto con la tierra y sus orígenes.

Pluripotente muestra la fuerza del hacer juntos a partir de elementos de la danzas contemporánea y afrolatinoamericana. La música es construida sobre un universo sonoro electrónico y momentáneo.

Bajo la idea y dirección de Virginia Brauchli, el colectivo de intérpretes está compuesto por profesionales de distintas disciplinas que se encontraron en el placer de la danza y se sumaron a la propuesta. Bailan en Pluripotente: Daniel Cabral, Marcela Cameranesi, Analía Fandiño, Ana Idigoras, Licia Lilli, Maite Pérez Pereyra, Leylén Martínez, Vicky Máspero, Silvina Rafael, Ernestina Saccani y Dámaris Waelkens.

La música en vivo está a cargo de Tomás Lilli, el diseño de luces es de Carla Tealdi, mientras que el asesoramiento de vestuario fue realizado por Ramiro Sorrequieta.

“Esta obra es producto de muchas conversaciones donde nos sentíamos (nos sentimos aún) conmovidos por la realidad actual. Esto desprendió un deseo profundo de hacer algo, decidimos bailar. El resultado fue un trabajo colectivo, una danza de todos, que nos moviera, nos modificara y que produjera un cambio en el espacio y el entorno que nos rodeaba. Nos dimos cuenta que era urgente que todo suceda juntos y colectivamente. Eso es Pluripotente, el ritmo que es uno pero que es el de todos a la vez”, explicó la directora Virginia Brauchli. .

“Es un proyecto que comienza a partir de un proceso de estudio, de clases, donde mixturamos lenguajes de la danza contemporánea con raíces afroamericanas específicamente afrocolombianas y afroperuanas y en esa fusión es que aparece la necesidad de generar un proceso creativo, una obra para mostrar esto que venimos explorando hace tiempo”, añadió Brauchli.

Respecto a los bailarines, destacó: “Muchos de los intérpretes no tienen experiencia aún en escena pero sí tienen mucho recorrido vinculado con el arte desde sus profesiones. Hay antropólogos, comunicadores, científicos, ingenieros, docentes, arquitectos, realizadores audiovisuales, y cada uno desde su espacio viene trabajando desde el arte o vinculándose con el arte y su profesión, y el resultado es este trabajo”.

La directora, Virginia Brauchli, es profesora de Danza Contemporánea y de Expresión Corporal de la Escuela de Danza Clásica de Bahía Blanca y egresada del postítulo en Artes Escénicas de la Universidad Nacional de Rosario.

Desde 2007 vive en Rosario, donde interpretó y dirigió la pieza de danza teatro Polibol junto a Natalia Dean en 2008-2009, subsidiada por el Instituto Nacional de Teatro (INT) y ganadora de la convocatoria Joven y Efímero del Centro Cultural Parque de España (2009).

Como directora llevó adelante la pieza de danza teatro Tontura, ganadora del subsidio a las artes escénicas otorgado por la Municipalidad de Rosario y seleccionada para el Encuentro de Teatro y Movimiento Paraná de 2012. En 2013 dirigió la obra El chancho de Palermo, que también consiguió el subsidio municipal un año antes.

Sinopsis

Hay un movimiento producido por decisiones colectivas. Una célula que resuena en la masa generando una acción común. Una fuerza que confronta la dualidad de la modernidad, en la que el cuerpo es disciplinado y moldeado por estructuras y lógicas subsumidas a la razón.

Se trata de un viaje en el que se ponen en juego distintas temporalidades, donde se entrecruzan a su vez las vibraciones de la tierra, la tradición, el trance, lo ancestral con el momento presente, mundano, veloz, apurado y lastimado.

El tiempo de esta danza es un espiral colectivo que propone una tensión entre lo ritual y lo mundano mixturado en el espacio y en la vibración de los cuerpos. El propio tiempo, el de otrx y desde ahí surge el nosotrxs: emerge el ritmo que es uno pero son todos al mismo tiempo. Es un pulso colectivo que arrasa, atraviesa y envuelve.

Baila Polenta

El colectivo nació de una necesidad imperiosa y urgente de bailar. El origen del proyecto parte de la inquietud de jugar con los elementos explorados en la práctica de clases regulares de danza. Es un grupo heterogéneo que llegó al taller con diferentes recorridos corporales e historias de movimiento. Quienes integran el colectivo tienen una profesión o actividad laboral no vinculada a la danza. Son profesionales de distintas disciplinas que eligen bailar como una forma de expresión, una conexión con sus cuerpos y por el placer que les genera el movimiento. Así es como, convocados por la directora, comenzaron una etapa de exploración personal y del grupo funcionando en conjunto. A partir de trabajos vinculados a la improvisación se fueron componiendo las escenas.

Pluripotente habla de lo colectivo espontáneo que es la gesta misma de este proyecto: son cuerpos bailando al son y construyendo un relato grupal e ingresando en un ritual de movimiento.