El histórico problema por el que atraviesan los empleados de toda la red será tratado desde las 13 junto a los reclamos por la reducción de la jornada laboral.
La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro reiteraron que reclaman “la reducción de la jornada laboral a 30 horas semanales para tener dos francos” para disminuir su exposición “al material cancerígeno asbesto".
Los dirigentes del sector pusieron el plazo de este viernes para que la empresa Metrovías – EMOVA devuelva “los salarios descontados ilegalmente”. Insisten con la exigencia de quitar todo el asbesto de la red de subterráneos.
Los representantes de los trabajadores pidieron la quita de material cancerígeno prohibido en toda la red y a la “provocación” de la concesionaria que descontó “ilegalmente y sin justificación alguna, cientos de días de salario”.
La medida de fuerza fue comunicada por la cúpula del sindicato Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) en su sede del barrio porteño de Constitución.
También ordenó que en el plazo perentorio de 10 días hábiles se tomen "muestras de piezas, materiales o componentes sospechados de asbesto" de distintas flotas de subtes y "se periten las mismas a efectos de determinar si presentan" ese material cancerígeno.
Los vagones en cuestión fueron comprados en Japón en 2015 y, según denunciaron desde el gremio, tendrían material cancerígeno entre sus componentes.
La Ciudad de Buenos Aires pide el resarcimiento de 15 millones de euros por "la justa reparación de los daños y perjuicios provocados" por la venta de vagones construidos con asbesto, un material prohibido en España y Argentina.
Desde el año pasado el sindicato denuncia que las flotas de algunas líneas están contaminadas por ese material cancerígeno.
Estos resultados de la investigación le dan la razón a los trabajadores que venían denunciando esa irregularidad sobre unidades adquiridas sin licitación previa en España.
De acuerdo a una serie de documentos obtenidos por Reuters, la compañía Johnson & Johnson tenía conocimiento desde 1971 que sus talcos para bebés contenían asbesto y eran potencialmente cancerígenos.
Cifras de la misma empresa refieren que sus ingresos durante 2017 fueron de 76 mil 450 millones de dólares; además de que, Estados Unidos es el territorio más importante para la marca.