La prórroga de la medida de excepción, que todavía deberá ser sometida al voto del Parlamento, obedece a la persistencia de la amenaza extremista en un momento en que Francia va a celebrar elecciones presidenciales.
Durante el juicio en Londres, el hombre de 26 años admitió haberse encontrado con Abrini y haber entregado el dinero, pero dijo no tener "ni idea" de para qué iba a usarse.
En los allanamientos se incautaron armas blancas, "varias de ellas" similares al machete utilizado en el ataque contra dos agentes policiales el pasado agosto.
Los servicios de información alemanes estiman que hay unos 9.200 islamitas radicales en Alemania, entre ellos 1.200 dispuestos a cometer un atentado.
Los sucesos registrados en París contra el Estadio de Francia, varios bares y el teatro Bataclan, le costaron la vida a 130 personas. Los parisinos expresaron la voluntad de seguir viviendo, con llamados a la tolerancia.
Los investigadores franceses sospechaban desde hace tiempo que los atentados de París, en los que tres comandos yihadistas mataron a 130 personas, fueron coordinados por una o varias personas desde Siria.
El alcalde de Nueva York, el demócrata Bill de Blasio, manifestó que se está intensificando la seguridad en la ciudad ante posibles amenazas de atentados extremistas en los próximos días.
El gobernador de la provincia expresó que “todos lamentamos los atentados, pero la realidad es que en Argentina tenemos que acostumbrarnos a poner límites”. Además, habló de “dos realidades distintas” dentro de la manifestación.
Mariano Aguirre, director del Centro Noruego para la Resolución de Conflictos (Noref), destacó que después del "no" al acuerdo con las Farc, el Nobel de Paz otorgado al presidente Juan Manuel Santos, acerca a los más escépticos a buscar un acuerdo.
El comunicado indica que el atentado se realizó "contra la opresión del pueblo del Kurdistán y el complot internacional del 9 de octubre", en referencia a la fecha en la que el fundador de la guerrilla kurda, Abdullah Öcalan, fue expulsado de Siria en 1998.
Los sucesos pusieron fin a varias semanas de calma relativa en la zona tras un mes de Ramadán, entre principios de junio y de julio.
La ciudad costera de Tartus fue la que se llevó la peor parte. El enviado de la ONU instó a otros países involucrados a que ayuden a destrabar el acceso humanitario a la ciudad de Alepo, epicentro del conflicto.