El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, defendió hoy la actuación de los efectivos de seguridad en la movilización de cierre del Encuentro Nacional de Mujeres, le apuntó a los «inadaptados que generan incidentes» y sostuvo que su deber es «poner límites».

«Todos lamentamos las pintadas y los atentados. En la Argentina tenemos que acostumbrarnos a poner límites«, enfatizó el gobernador.

Al respecto, el mandatario socialista sostuvo que «es algo parecido a un partido de fútbol, donde hay 50 mil personas que van a disfrutar de un espectáculo y un grupo de 50 o 100 inadaptados provocan incidentes«.

En ese sentido, Lifschitz diferenció «dos realidades distintas» dentro de la movilización femenina y subrayó: «Hubo 70 mil mujeres que provenían de todas las provincias y de todos los sectores sociales, con muy poca presencia policial porque así lo habían pedido, y todo eso se desarrolló con total normalidad«.

«El límite es la violencia, es avanzar sobre los derechos del otro«, concluyó respecto a los disturbios en la ciudad de Rosario, donde hubo varios heridos por balas de goma y gases lacrimógenos.