El accionar militar israelí estuvo dirigido a Isfahán, una ciudad que alberga tres reactores nucleares, pero el sistema de defensa iraní logró repelerlo.
Misiles, bombardeos de artillería, disparos con tanques y con aviones son los recursos que las fuerzas de ocupación utilizaron para ultimar y herir a personas inocentes.
La ciudad está amenazada de ser atacada por tierra por Israel, y sus habitantes temen que la incursión de las Fuerzas de Seguridad del Gobierno de Netanyahu ocasione el desastre humanitario al que se refirió el Consejo de Seguridad en su pedido de un alto el fuego.
Mientras las fuerzas de ocupación continúan con intensos bombardeos en diferentes áreas de Khan Yunis, siguen los ataques de artillería en cercanías de una escuela de Rafah.
Yaser Hanun murió luego de que Israel bombarderara su auto en la ciudad de Jenín, en Cisjordania.
El bombardeo en Damasco dejó residencias con frentes calcinados y ventanas reventadas, mientras que el ataque al campo de refugiados de Jenín dejó también como saldo a varios palestinos heridos y 14 sospechosos detenidos.
Los trabajadores de la cadena de noticias Al Jazeera forman parte de una lista que incluye a centenares. Más de 100 periodistas murieron en bombardeos israelíes en Gaza desde el comienzo de la ofensiva, según distintas ONG.
El 3 de enero, atacantes suicidas se hicieron explotar, en la sureña ciudad de Kerman, cerca de la tumba del general Qasem Soleimani, responsable de las operaciones militares iraníes en Oriente Medio y asesinado por Estados Unidos en Irak el 3 de enero de 2020.
El presidente ucraniano agradeció la colaboración del Reino Unido en la defensa aérea y las capacidades de largo alcance, subrayando la importancia de la cooperación en materia de defensa. Ambos líderes también destacaron el trabajo conjunto sobre el acuerdo bilateral de garantías de seguridad para Ucrania.
En la capital Kiev quedaron sin luz unas 250.000 personas en el marco de una “campaña de terror” que denunció el presidente Volodimir Zelenski. De 99 misiles arrojados, 72 fueron derribados por las fuerzas de defensa antiaérea.
Los bombardeos fueron dirigidos a las ciudades Beit Lahia, Jan Yunis y Al-Maghazi, específicamente hacia plazas y edificios particulares. Un periodista y un camarógrafo están entre los que fueron ultimados por la agresión.
Razi Mousavi fue general de brigada y alto mando de la Fuerza Qods, la rama de operaciones en el extranjero y unidad de élite de la Guardia Revolucionaria, el Ejército ideológico de la República Islámica iraní.