Los relevamientos muestran una constante en las subas y un nivel de incremento que impacta directamente en el costo de los alimentos.
Según las últimas publicaciones del organismo estadístico, el 42% de la población estaba por debajo de la línea de la pobreza en el segundo semestre del año pasado. Esta tarde se conocerá cómo evolucionó dicho porcentaje.
La suba estuvo principalmente impulsada por los aumentos registrados en el costo de los alimentos y los medicamentos.
La Canasta Básica Alimentaria subió en enero un 4,6%, mientras que la la Canasta Básica Total registró un incremento del 4,2%. Ambas se ubicaron por encima de la inflación de ese mes, que fue del 4%.
Según los datos correspondientes a diciembre, un grupo familiar necesitó percibir ingresos por 22.680 pesos para no caer en situación de indigencia y 54.207 pesos para no estar bajo la línea de la pobreza. Esta jornada se conocerá la información del mes pasado.
En los últimos doce meses, los alimentos primordiales subieron un 44% en la ciudad, según datos de la UNR.
Funcionarios nacionales confirmaron las novedades oficiales respecto al precio de ocho cortes de carne y otros en Precios Cuidados. El desfasaje entre el poder adquisitivo de las familias y la inflación superlativa en productos alimentarios viene en sostenido crecimiento.
La Canasta Básica Total aumentó un 4,7% en diciembre último, mientras que la Canasta Básica Alimentaria subió un 5,1%, de forma que una familia de cuatro integrantes necesitó $54.208 para no ser pobre.
La suba estuvo motorizada por los aumentos registrados en el precio de los medicamentos y el costo de los alimentos.
Además, según un informe, una familia de cuatro integrantes requiere unos 30.678 pesos para adquirir los alimentos necesarios para todo el mes.
Un informe de ATE en el Indec indicó que una pareja con dos hijos necesitó en noviembre más de $78.800 para satisfacer sus necesidades básicas y determinó que de esta forma “no es posible empatarle o ganarle a la inflación”.
En noviembre, el costo de la canasta básica total triplica el salario mínimo vital y móvil. En tanto, el costo nominal de esta canasta aumentó $12.815 en lo que va del 2020 y el de la canasta alimentaria, que marca el nivel de indigencia, subió $5.989.