Al mismo tiempo que las fuerzas armadas reprimían la “Marcha de los Ataúdes”, fue apresado en La Paz el vicepresidente del Movimiento al Socialismo, sin conocer de qué se lo acusa. Además, Evo Morales y el gobierno de facto de Jeanine Áñez realizarán demandas penales.
Ante la situación de violencia que atraviesa la población indígena en Bolivia tras el golpe de Estado contra Evo Morales, el Concejo rosarino decidió como símbolo de solidaridad que la bandera que representa a los pueblos andinos de Sudamérica sea izada en uno de los mástiles escoltas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores justificó esta decisión señalando que "guarda correspondencia con el papel jugado por el alto mando de las Fuerzas Armadas bolivianas”.
Rita Segato envió en exclusiva su postura sobre el golpe de Estado en Bolivia a una radio feminista de ese país. Su testimonio revela la dificultad para expresar opiniones críticas a Evo Morales en Argentina, de donde critica las visiones «estereotipadas y caricaturescas».
El expresidente de Bolivia, derrocado por un golpe de Estado, pidió que se cree "una Comisión de la Verdad" integrada por organismos internacionales, el Papa Francisco y la ONU para dilucidar lo ocurrido en las elecciones del 20 de octubre.
Después de haber asumido durante una controvertida sesión legislativa que se realizó sin quórum reglamentario, la autoproclamada presidenta de Bolivia había salido con una Biblia en la mano. Más adelante, al tomar el compromiso de sus colaboradores los mensajes simbólicos continuaron.
Mientras la sesión de la Asamblea Legislativa se suspendía en nombre del "diálogo y la paz", la represión que las fuerzas armadas ejercieron sobre manifestantes en la planta de gas de Senkata dejaron al menos tres muertos.
Organizaciones sociales y políticas se convocaron en una muestra de apoyo a la ciudadanía del vecino país que sufre la actual dictadura.
Mientras miles de bolivianos salieron a las calles para pedir la renuncia de Áñez, la presidenta de facto canceló un viaje al interior del país por temor a un atentado y el ministro de Gobierno advirtió que se enviará a la cárcel a quien continúe "hostigando a Bolivia".
Desde el exilio en México el presidente boliviano resignó su candidatura. Mientras que desde el MAS piden sacar las fuerzas armdas de las calles.
"Tengo mucho miedo. En nuestra gestión hemos unido campo y ciudad, oriente y occidente, profesionales y no profesionales. Ahora vienen grupos violentos", advirtió quien hace una semana fue forzado a renunciar a la presidencia.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CISH) condenó el uso desproporcionado de la fuerza policial y militar en Cochabamba.