El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, se pronunció sobre los recientes hechos de violencia que terminaron con la vida de siete personas en lo que va de agosto.
El mandatario municipal también hizo foco en las falencias en el accionar de las fuerzas de seguridad y aseguró que "cuando se producen los hechos, nunca hay persecución".
El grupo se encontraba realizando un acampe en la puerta del edificio gubernamental, por lo que el intendente Javkin ofreció una reunión este viernes.
Según sostuvo, actualmente en el territorio cuentan con presencia de Gendarmería y la Policía Federal -que se suman al trabajo de los efectivos provinciales-, pero igualmente no logran evitar que ocurran este tipo de hechos.
El ministro de la Corte Suprema de Santa Fe aseguró que se ha naturalizado la violencia extrema y que urge retomar la discusión sobre la reforma de la seguridad pública y de la policía.
Los manifestantes indicaron que se quedarán en la puerta del Palacio de los Leones hasta que el gobernador Omar Perotti acepte darles una audiencia.
El arzobispo de Rosario se pronunció sobre la violencia que vive Rosario y la zona, y pidió al Señor "que nos haga instrumento de su paz para poder superar la violencia que nos aflige, nos agobia y trae tanta muerte y dolor a tantas familias".
La manifestación tuvo lugar en Juan B. Justo y Av. Alberdi, donde decenas de rosarinos se congregaron para pedir políticas de seguridad.
Es el segundo ataque al inmueble en pocas semanas. Los habitantes de la vivienda dicen que la agresión iba dirigida al anterior propietario. Los agresores se identificaron como “La Banda de los Millones”.
Durante el discurso pronunciado en el acto oficial, el intendente de Rosario volvió sobre el tema de la inseguridad y la violencia para exigir "unión y decisión" para resolver el problema.
El hecho ocurrió este jueves al mediodía, cuando vecinos estaban dispuesto a dialogar con Conclusión en barrio Echesortu. Pasó una mujer que relató que ladrones le habían robado el celular a pocos metros.
Robos de cables, medidores de gas, hurtos callejeros y extorsiones a comerciantes son algunos de los hechos que denuncian los habitantes de la zona.