El presidente de Estados Unidos centrará su atención en el conflicto palestino-israelí, el programa nuclear de Irán y las polémicas negociaciones por el petróleo con Arabia Saudita.
Las escenas en las que la policía usa la fuerza contra la procesión fúnebre de Jerusalén, casi derribando el ataúd de la periodista de Al Jazeera asesinada Shireen Abu Akleh, generan una condena generalizada
La policía israelí reprimió a los golpes y con bombas de estruendo a la multitud que acompañaba el féretro de Shireen Abu Akleh. Habían advertido que lo iban a hacer si no paraban “esos cantos nacionalistas”.
A las 10 (las 4 en la Argentina), los israelíes observaron un momento de silencio, solo interrumpido por el son de las sirenas, en las calles, en los balcones de sus casas y en las puertas de comercios y oficias.
Desde el 22 de marzo, 26 palestinos, incluyendo atacantes, han muerto en diferentes incidentes o en operaciones realizadas en ese mismo período. Los muertos israelíes suman 14 y las redadas se siguen concentrando en Jenín.
Las fuerzas de la policía israelí entraron este viernes por la mañana al recinto sagrado para el islam y el judaísmo, mientras jóvenes palestinos lanzaban piedras en su dirección.
La reunión duró 50 minutos y se constituyó la quinta cumbre de ambos en la Santa Sede, incluyendo el histórico encuentro de 2014 junto al entonces presidente de Israel, Shimon Peres. La búsqueda del Vaticano siempre fue apuntar a la solución del conflicto palestino-isaelí.
La medida parece destinada a elevar las fricciones con Estados Unidos y la Unión Europea, enojar a los palestinos y poner a prueba a la frágil coalición de Gobierno de Israel, liderada por nacionalistas pero integrada también por partidos de centro e izquierda opuestos a la colonización.
La policía de la Ciudad Vieja de Jerusalén comunicó que la abatida a balazos intentó apuñalar a efectivos de esa fuerza en una de las entradas de la Explanada de las Mezquitas. La mujer de 30 años era de Jenín y los otros dos fallecidos eran de Cisjordania y de la Franja de Gaza.
Se usaron para proteger a Davir, el rey de Judá.
El primer ministro de ese país, Mohamed Shtayyeh, dijo que la salida del gobierno israelí de Benjamin Netanyahu marca “el fin de uno de los peores períodos del conflicto” y advirtió que el nuevo Gobierno “no tiene futuro” si no considera los derechos legítimos de su pueblo.
La decisión se produce luego de que grupos de derecha israelíes dijeron que el jueves realizarían un desfile de banderas a través de la Puerta de Damasco y el barrio musulmán en Jerusalén Oriental.