Las tropas locales lograron repeler al menos ocho ataques rusos en Donetsk y en Lugansk, sectores del este separatista donde continuaban las acciones bélicas.
El presidente de Rusia se la ofreció al primer ministro israelí, Naftali Bennett quien las aceptó y según un comunicado de su Gobierno, “le agradeció haber aclarado su postra sobre el pueblo judío y la memoria del Holocausto”.
Kiev anunció este mes el comienzo de una ofensiva para "liberar" el Donbass, una región integrada por las provincias rusoparlantes de Donetsk y Lugansk, luego de retirar a finales de marzo las tropas que tenía desplegadas en torno a Kiev, la capital de Ucrania.
Una autoridad militar rusa expuso que el objetivo a lograr busca “permitir asegurar un corredor terrestre hacia Crimea y una influencia en las infraestructuras claves de la economía ucraniana. El presidente de ese país dijo que Rusia hace todo para hablar “de alguna victoria”.
La orden de Kiev es seguir asediando a los últimos combatientes atrincherados y rodearlos como para que “no pase ni una mosca”. El objetivo es no llevar adelante un asalto para así evitar un alto costo en vidas.
La toma de la ciudad enclavada en las costas del mar de Azov es crucial para la avanzada de Moscú sobre la región del Donbass, que es el corazón industrial ucraniano. Un comandante ucraniano dijo que viven “los últimos días, sino horas”, en la fábrica donde está resguardado.
El ministro de Defensa explicó que "la parte rusa garantiza el cumplimiento del Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra" y que por ello a quienes se rindan le conservarán la vida.
Los asaltos intensificados comenzaron a lo largo de un frente de más de 480 kilómetros, enfocados en las regiones de Donetsk y Lugansk, con las fuerzas rusas tratando de avanzar en varias secciones, incluso desde la vecina región de Jarkov.
Los últimos acontecimientos surgidos del conflicto ruso - ucraniano comprenden maniobras, declaraciones y análisis en el aspecto económico, autoridades ucranianas presumen un ataque de falsa bandera en Kherson. Kiev planteó su deseo de que Joe Biden viajara a Ucrania.
El gobierno ucraniano aseguró que van a luchar hasta el final, pero que la localidad del sudeste “ya no existe” y que la situación es “descorazonadora”. Mientras tanto, las fuerzas rusas avanzan en el oeste.
Se trata del Moskva que según Moscú se vio afectado por una detonación de municiones que tenía a bordo mientras Kiev asegura que se debe a un ataque con misiles de sus fuerzas armadas.
El presidente de Estados Unidos también afirmó que “Putin está simplemente tratando de borrar la idea misma de poder ser ucraniano”, mientras que su par de Francia dijo estar abocado a construir la paz y que “las escaladas verbales” no sirven a esta causa.