El ejército iraquí anunció que unidades de la 9ª división blindada y las milicias tribales de Hashd al Achaeri habían tomado el jueves la localidades de Abbas Rajab, controlada por el EI y situada cerca de la ciudad antigua.
Entre el 1 y el 4 de noviembre fueron raptados 195 soldados de varios lugares de los alrededores de Mosul y unos días más tarde se produjeron otros 100 secuestros.
Este miércoles las tropas de élite iraquíes se encontraban a cinco kilómetros de los barrios del este de Mosul, la segunda ciudad de Irak, con 1,5 millones de habitantes.
Esta ciudad es el corazón de una comarca compuesta por unos 50 pueblos, la mayoría de los cuales ya han sido arrebatados al EI, que está siendo blanco de los bombardeos aéreos de la aviación iraquí y de la coalición internacional.
Las fuerzas iraquíes lanzaron el lunes una ofensiva para recuperar la segunda ciudad de Irak, en manos del EI desde junio de 2014.
El inicio de las operaciones para liberar Mosul, la capital de facto del EI en Irak desde su conquista en junio de 2014, está previsto para mediados de este mes.
El alcalde de Al Qayara, señaló que el grupo extremista atacó el centro de la ciudad, capital de la región homónima, con numerosos proyectiles que cayeron en viviendas de civiles.
El ataque provocó la muerte de combatientes de tribus sunitas aliadas a las fuerzas gubernamentales iraquíes, cerca de Mosul, bastión del grupo yihadista Estado Islámico, en el norte del país.
Inicialmente, las imágenes muestran al habitual verdugo vestido de negro que decapita a ocho hombres, frente a la mirada de un niño rubio.
Los peshmerga ganaron terreno tomando varias localidades. En la operación, contaron con la cobertura aérea de la coalición internacional.
El atentado fue perpetrado por un insurgente suicida que llevaba un cinturón de explosivos, que detonó cerca de la entrada de las instalaciones militares.
Mientras los atentados se suceden diariamente en distintas partes del país, los dos principales frentes de batalla militar ya se encuentran en la mira.