A bordo de la aeronave siniestrada, además de sus ocho tripulantes, viajaban 64 miembros de la agrupación de coro y danza Alexándrov del Ejército ruso, periodistas, militares, dos funcionarios y la famosa doctora Elizaveta Glinka, presidenta de una fundación humanitaria.
La "caja negra", que almacena datos que, en caso de un accidente, permitan analizar lo ocurrido en los momentos previos, fue enviada hoy mismo a Moscú, donde especialistas del Instituto Central de Investigaciones Científicas de las Fuerzas Aéreas de Rusia se ocuparán de su lectura.
Fue en el mar Negro y de las 92 personas a bordo, aún no hay noticias. Según el ministerio de Defensa, el Tupolev Tu-154 desapareció de los radares dos minutos después de despegar del aeropuerto de la localidad balnearia de Sochi.
El fin de la evacuación permitirá al gobierno sirio sellar la victoria militar más importante desde 2011, cuando comenzó esta devastadora guerra que causó hasta el momento la muerte de 310.000 personas.
Los fallecidos son "26 en el lugar y cinco en hospitales", dijo a la televisora Milenio Alejandro Gómez, fiscal del Estado de México, donde se ubica Tultepec. Trabajan en análisis de genética porque "prácticamente no hay posibilidad de identificarlos".
Se trató de un Boeing 727 utilizado para transporte de carga que se precipitó a ocho kilómetros del aeropuerto de Puerto Carreño. Además de los fallecidos, una persona se encuentra en estado crítico.
A causa de los temblores, dos personas fallecieron, otras seis resultaron con heridas, 20 infraestructuras sufrieron afectación y cinco más colapsaron, reportó la secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, confirmó que hay "muchos indicios" para pensar que se trata de un "ataque". El sospechoso, habría llegado a Alemania como solicitante de asilo en febrero de 2016.
Este balance incluye a más de 53.000 rebeldes, y a casi 110.000 combatientes progubernamentales, de los cuales 60.000 eran soldados sirios, pero también decenas de miles milicianos.
Muchas de las víctimas perecieron aplastadas por árboles arrancados por vientos de hasta 140 kilómetros por hora, que también dejaron sin electricidad a otras regiones del sur de la India.
El ataque fue perpetrado con un artefacto explosivo durante el transcurso de una misa en la que participaba un gran número de fieles. Entre los 49 heridos hay numerosas personas en estado grave.
Autoridades afirmaron que de los fallecidos, 30 son policías, siete civiles y una persona cuya identidad aún tiene que ser determinada. Además hay 155 heridos y 13 personas detenidas.