Durante una reunión de la que participaron representantes israelíes, palestinos y estadounidenses, a parte israelí propuso que seis empleados palestinos participaran en la gestión del paso fronterizo, pero sin incluir uniformados, policías ni izar la bandera palestina.
Las fuentes médicas confirmaron que también hubo 40 heridos debido a los bombardeos de las fuerzas de artillería y de los aviones de combate. El número de palestinos muertos asciende a 37.765, en su mayoría niños y mujeres.
Escuelas de refugiados dependientes de una agencia de la ONU, como así también campamentos de refugiados y otros lugares, como los pertenecientes a un organismo de socorro, también de la ONU, fueron los blancos de los disparos de la Fuerza Aérea israelí.
Se trata de Ahmed Al-Sawarka, quien encabezó las operaciones de francotiradores de Beit Hanoun y estuvo involucrado en actos “terroristas” contra fuerzas israelíes.
Israel sigue bombardeando la Franja después de que su Ejército dijera que había iniciado una “pausa táctica” en algunas zonas, aunque advirtió que las operaciones continuarían en otras.
Mientras los mediadores cataríes y egipcios intentan detener las hostilidades, procurar la liberación de rehenes, de los palestinos encarcelados y la llegada de ayuda humanitaria, voces cercanas a quienes deciden afirman que el acuerdo está lejos.
El Ejército israelí informó que tiene “control operativo” sobre los 14 kilómetros del corredor Filadelfia, ubicado en la estratégica región fronteriza de Gaza con Egipto.
Las alas armadas de Hamas y la Yihad Islámica dijeron que se enfrentaron a las fuerzas invasoras con cohetes antitanque y bombas de mortero, además de hacer estallar artefactos explosivos colocados previamente. Varios hospitales dejaron de funcionar.
Durante la noche del lunes, Israel bombardeó la ciudad con ataques aéreos y disparos de tanques, según consignaron residentes. Otros testigos aseguraron ver soldados caminando hacia el oeste de la ciudad apuntando a cualquiera que caminara por esa zona.
La organización palestina tomó la decisión después de la arremetida israelí durante las últimas 24 horas que dejó un saldo de al menos 66 muertos y unos 383 heridos.
Además, decenas de personas resultaron heridas por el incendio que se produjo tras los ataques, que los residentes siguen intentando apagar.
Según medios israelíes con acceso al Gabinete de Guerra de ese país, el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi indicó que tienen que llegar “urgentemente” a negociar el intercambio. Advierten que aún así, va a ser “lento y gradual”.