El Ejército y algunos grupos insurrectos se comprometieron a cesar las hostilidades lo que abrió un nuevo horizonte de esperanza para poner fin a un devastador conflicto en el país árabe de ya casi seis años.
El plan apunta a extender al conjunto del territorio sirio el alto el fuego instaurado hace dos semanas en Alepo, tras negociaciones apadrinadas por Moscú y Ankara, que permitió la evacuación de miles de combatientes y civiles.
Con esta victoria el régimen controla las cinco principales ciudades de Siria. Todo el conflicto bélico que se desarrolla desde el 2011, se llevó la vida de 310.000 víctimas
Las evacuaciones, que están siendo facilitadas por el CICR y la Media Luna Roja, se han ralentizado por el frío, la nieve y el viento, agregó el organismo en su cuenta de Twitter.
El fin de la evacuación permitirá al gobierno sirio sellar la victoria militar más importante desde 2011, cuando comenzó esta devastadora guerra que causó hasta el momento la muerte de 310.000 personas.
Unas 5.000 personas a bordo de 75 autobuses fueron trasladadas fuera de la ex capital económica siria hacia la localidad de Khan al Assal, bajo control rebelde. La ONU mandó un comité para supervisar el viaje.
La salida de los rebeldes de la pequeña zona del este de Alepo que aún controlaban debía empezar a la madrugada, pero los ataques con artillería se reiniciaron por la mañana y los colectivos enviados para las evacuaciones, se retiraron vacíos.
Diezmada por la operación y en franca retirada, la oposición armada al presidente sirio, Bashar Al Assad, controla ahora sólo una pequeña porción de la ciudad.
Si bien el Canciller ruso había anunciado una “pausa humanitaria” para la evacuación de las víctimas. Nuevamente la región de Alepo volvió a ser atacada brutalmente.
El Ejército y sus aliados tomaron hoy el control de esa zona de la ciudad, centro neurálgico del prolongado conflicto en el país árabe.
Moscú endureció súbitamente sus ya duras posiciones ante Occidente después de un ataque contra un hospital de campaña que ayer costó la vida de dos médicas rusas y causó graves heridas a un trabajador ruso de sanidad.
La ciudad -la mayor del país antes del conflicto- está dividida en dos: la occidental está controlada por el Ejército y la oriental -sitiada por el Ejército- por grupos opositores y militantes islamistas.