El movimiento rebelde de Yemen describió como uno de los mayores ataques individuales del grupo, desde que comenzó la operación para perturbar el transporte marítimo por el Mar Rojo en noviembre pasado.
Los ataques, realizados sobre la medianoche, "se dirigieron específicamente contra un centro de almacenamiento subterráneo de los hutíes y contra emplazamientos relacionados con capacidades de vigilancia aérea y de misiles".
Los atacantes ataron a la mayoría de las víctimas antes de ejecutarlas con machetes y a tiros. Los refuerzos militares desplegados después del ataque siguen persiguiéndolos.
El enviado especial de la ONU, Hans Grundberg, valoró el acuerdo del que subrayó sus “efectos positivos concretos”. Dijo que se procura “avanzar hacia una solución política sostenible del conflicto que satisfaga las aspiraciones y demandas legítimas de las mujeres y hombres” de ese país.
Los separatistas instan a los reservistas a presentarse en las oficinas de alistamiento; la preocupación de que los crecientes enfrentamientos sean utilizados por Rusia como pretexto para la invasión.
El saldo de decesos se divide en 22 de las fuerzas del Gobierno y 43 de los rebeldes respaldados por Irán. Desde febrero, la ciudad de Marib es el escenario de violentos enfrentamientos desde una ofensiva hacia esa zona rica en petróleo.
Una fuente sanitaria militar confirmó las bajas. Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes hutíes del movimiento Ansar Alá.
La ofensiva sirio-rusa en Idleb ha causado una catástrofe humanitaria y el mayor éxodo forzoso de personas desde el comienzo de la guerra en Siria, en marzo de 2011.
Es la segunda vez esta semana que un helicóptero sirio es derribado en el noroeste de Siria. Otro fue abatido tres días atrás cerca del poblado de Nairab.
Esta retirada, fue acordada durante las negociaciones llevadas a cabo en diciembre en Suecia, bajo el auspicio de la ONU.
Tales datos fueron recogidos durante las últimas 24 horas, según la información provista por los médicos que atienden en la zona. Desde principios de noviembre, el número de decesos llegó a 382 sumados de ambos bandos.
La madre Agnés-Mariam De La Cruz también asegura que algunas organizaciones ‘inflan’ con fines oscuros las cifras de personas atrapadas en el enclave.