Enfrentamientos entre fuerzas progubernamentales de Yemen y rebeldes hutíes en el bastión gubernamental de Marib dejaron al menos 65 muertos en las últimas 48 horas, informaron fuentes militares.

«Se cuentan 22 muertos y 50 heridos entre las fuerzas gubernamentales y 43 muertos entre los rebeldes respaldados por Irán que asaltaron la ciudad de Rahbah», detalló la fuente, citada por la agencia de noticias AFP.

Marib es escenario de violentos enfrentamientos desde febrero, fecha en la cual los rebeldes lanzaron una ofensiva en esta zona rica en petróleo.

Los rebeldes aceleraron su impulso para tomar Marib en los últimos meses, mientras intensifican los ataques transfronterizos contra Arabia Saudita, que lidera la coalición militar que los enfrenta.

Miles de combatientes, en su mayoría hutíes, murieron en la ofensiva, y 12 soldados del Gobierno murieron el lunes.

Desde entonces, los combates se intensificaron en Rahbah, que había estado bajo control hutí durante casi dos años antes de caer en manos de las tropas gubernamentales en julio.

La guerra civil de Yemen comenzó en 2014 cuando los hutíes tomaron Sanaá y gran parte del norte, lo que obligó al Gobierno del presidente Abed Rabbo Mansour Hadi a huir.

Desde la toma de la capital, Sanaá, los rebeldes, cercanos a Irán (chiíta) arrebataron gran parte del norte del país al Gobierno, que cuenta desde 2015 con el apoyo de una coalición militar liderada por Arabia Saudita (sunnita), gran rival de Teherán.

Ante los desplazamientos de población y el temor de que se agrave la catástrofe humanitaria en las zonas próximas a los combates en la región de Marib, se multiplican los llamamientos internacionales a favor de una tregua.

La ONU y Estados Unidos lideran los esfuerzos diplomáticos para intentar poner fin a la guerra que ha dejado decenas de miles de muertos y provocado una de las peores crisis humanitarias en el mundo.