El portavoz del Ejército del país arábigo lanzó misiles sobre un barco situado en el mar Arábigo, a otro que estaba en el mar Rojo, al tercero en el mar Mediterráneo y al restante que estaba navegando por el océano Índico.
Las arremetidas aéreas sobre Saná produjeron explosiones y columnas de humo que se elevaron desde la zona. Estados Unidos no hizo comentarios inmediatos sobre las agresiones.
El portavoz militar de los yemeníes, Yahya Sarea, dijo que la avanzada fue ejecutada con drones en represalia por la “masacre cometida por el enemigo israelí en el área de Rafah” en Gaza.
Desde el Gobierno prometieron continuar con las operaciones militares “en apoyo al pueblo palestino” hasta que Israel cese las agresiones en contra del territorio gazatí.
El portavoz militar del grupo de resistencia advirtió que “no dudará en responder directa e inmediatamente a cada nueva agresión sobre territorio yemení atacando todas las fuentes de amenaza y todos los objetivos hostiles estadounidenses y británicos en el mar Rojo y el mar Arábigo".
A pesar de que Naciones Unidas aboga por una moderación de ambas partes, la pugna continúa y esta vez dejó un saldo de al menos diez muertos y unos 15 heridos.
Según la entidad Operaciones Marítimas Comerciales de la Armada británica, la nave y la tripulación están a salvo. Las fuerzas lideradas por Estados Unidos que operan en la región iniciaron una investigación sobre el incidente.
El movimiento rebelde de Yemen describió como uno de los mayores ataques individuales del grupo, desde que comenzó la operación para perturbar el transporte marítimo por el Mar Rojo en noviembre pasado.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, subrayó que Victoria Nuland le “ha hecho saber que tiene la intención de dimitir en las próximas semanas. La mujer ejerció funciones bajo seis presidentes y diez secretarios de Estado.
Un medio israelí informó recientemente que se detectó la rotura de cuatro cables submarinos ubicados en el Mar Rojo. Se sospecha que fueron los hutíes de Yemen.
Yolanda Díaz, se reunió este viernes durante una hora con el sumo pontífice tras un encuentro en el que hablaron de las guerras, "la crisis ambiental sin precedentes", de la "necesidad" de reformar los organismos internacionales y de la posible visita del pontífice a Canarias.
Los hutíes, parte del llamado "eje de resistencia" antioccidental y antiisraelí formado por grupos y milicias de Medio Oriente apoyados por Irán, hostigan desde hace meses la navegación en el mar Rojo, lo que ha dado lugar a represalias de Estados Unidos y Reino Unido.